Tras el anuncio de los incrementos a los combustibles el viernes, decenas de personas, muchas de ellas hombres encapuchados, incendiaron el sábado vehículos, destrozaron varios negocios y atacaron la entrada de un hotel en la zona residencial del Petion Ville.
Los manifestantes colocaron barricadas con basura, piedras y neumáticos incendiados en diversas calles de la capital y otras localidades para detener del tránsito.
Michel-Ange Gedeon, director general de la Policía, dijo el domingo en un comunicado que instruyó a los miembros de la institución a tomar todas las medidas en contra de «los bandidos que perturban la paz y la seguridad del país».
Los cuerpos de cuatro personas fueron encontrados la mañana del domingo en las calles del populoso barrio de Delmas. La policía no había determinado si habían muerto como consecuencia de las protestas.
Luego de los saqueos e incendios registrados la víspera en varios negocios de la capital, el gobierno anunció la revocación del incremento en las tarifas de los hidrocarburos, que estaba previsto a entrar en vigencia la víspera.
«Ustedes me enviaron el mensaje y yo lo recibí. Corregí aquello que debía ser corregido», dijo el presidente Jovenel Moïse en un mensaje transmitido por varias televisoras la noche del sábado. El mandatario pidió a la población «permanecer en calma y regresar a sus casas».
Las protestas comenzaron el viernes, cuando el gobierno anunció incrementos de entre 38% y 51% en las tarifas de los combustibles como parte de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para reducir los subsidios a los hidrocarburos.
La medida forma parte de un paquete que incluye una mejor recaudación fiscal y mayor inversión en servicios sociales a fin de paliar la crisis que afecta al país más pobre de occidente.