Los larenses han sido calificados como camellos luego de la crisis que se vive con el servicio de agua en toda la entidad. Cientos de quejas son leídas todos los días en las redes sociales por el pésimo servicio de agua prestado por la empresa hidrológica del estado Lara, Hidrolara.
Numerosas comunidades tanto en el este como el oeste de Barquisimeto mantienen meses sin recibir una gota de agua a través del sistema de tuberías. Otras, por el contrario, mantienen el servicio de agua; sin embargo, la denuncia de estos es el estado en el que sale el agua por las tuberías de sus domicilios.
A través de fotografías algunos barquisimetanos han dejado registrado el estado de cómo sale el agua desde algunos días en varios sectores de la ciudad.
Así de sucia y contaminada llega el agua a esta hora 7:16 am en Barquisimeto #lara #Venezuela #26Jun @ResistenciaV58 @CaraotaDigital @supertormenta @DolarToday @IndignadosVezla #venezuela #FelizMartes #VzlaParoIndefinidoYA pic.twitter.com/OqMDPAuhvP
— cucu80 (@consueloart) June 26, 2018
Desde hace al menos tres semanas desde la empresa Hidrolara quedó claro la falta de químicos para el tratamiento del agua que será consumida por los ciudadanos.
Morán, Jiménez e Iribarren los más afectados
Diferentes han sido las razones para la crisis que están viviendo los larenses con el servicio de agua. Desde algunos meses la hidrológica alegaba saboteo en las estaciones de bombeo. También fue denunciado el robo de equipos que por el costo y la hiperinflación que vive el país era difícil la inmediata reposición. Hasta hace poco mas de 15 días salió a relucir la nueva causa de la crisis del servicio de agua: escasez de sulfato de aluminio para la clarificación del agua. Antes de eso la empresa había alegado la suspensión del servicio por la turbidez del agua a consecuencia de las lluvias caídas en las cabeceras del alto tocuyo, sin embargo no era la primera vez que llovía en la zona.
Los problemas con el servicio de agua continúan, de a poco han venido llegando camiones con cargas de sulfato de aluminio, sin embargo han sido insuficientes para el tratamiento del agua en el estado Lara. Los municipios, Morán, Jiménez e Iribarren han sido los más golpeados por esta situación. Sin embargo, Palavecino también vive una triste realidad con el servicio de agua.
Palavecino también se queda del servicio
En Cabudare y sus alrededores hay urbanizaciones que permanecen sin agua desde hace 3 meses. Tal es el caso de la urbanización La Mora. Varios conjuntos residenciales en el sector tienen más de 2 meses sin agua, sin recibir respuesta ante las constantes denuncias y reclamos ante la hidrológica y comprando cisternas de agua que han llegado a pagar hasta en 40 millones de bolívares.
En la urbanización Chucho Briceño ocurre lo mismo. Ante las constantes denuncias que han hecho ante Hidrolara, ahora han dedicado sus cuentas de Twitter para denunciar y dar a conocer que se presenta en el sector con el servicio de agua.
En el oeste la situación no es diferente. Este jueves 5 de julio, la comunidad La Apostoleña, ubicada en la Parroquia Juan de Villegas, la más grande del municipio, cumple 33 días sin disfrutar del vital líquido. Numerosas han sido las protestas en la calle, en las redes sociales y no han recibido respuesta por parte de la empresa responsable del servicio en la entidad.
Otros barrios como Ruiz Pineda, La Paz, Cerritos Blancos, Los Libertadores, El Tostao, El Bolívar viven la misma desidia por falta de agua.
Ahora escasea el cloro
Muchos son los que han decidido comprar cloro para tratar ellos mismos el estado del agua en sus hogares. El cloro en forma de hipoclorito de sodio es el desinfectante del agua más utilizado en el mundo por su efectividad, bajo coste y fácil uso. Sin embargo, los comerciantes de desinfectantes en toda la región ya empiezan a sentir la escasez de cloro porque la demanda del desinfectante ha subido a raíz de la crisis del agua.
Un recorrido hecho por www.elimpulso.com en el sector El Manteco, donde hay numerosos locales que venden desinfectantes, comprobó que la escasez de cloro ya es cierta.
Iván Maldonado, vendedor de detergentes en la carrera 23, dijo que el último despacho de cloro se lo llevó una sola persona que le dijo que necesitaba cloro, porque el agua en su casa estaba saliendo negra por las tuberías y con eso la podía tratar para poder consumirla.