En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1.789), se liga el concepto de derechos con ciudadanía y se afirma que los derechos del hombre son «naturales, inalienables y sagrados», y que todos los hombres «nacen libres e iguales». (F:Wikipedia).
Decía Alissa Zinovievna, cito:
“Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes no trafican con bienes sino con favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por su trabajos, y que las leyes no te protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra ti; cuando descubras que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrás afirmar, sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada”.
Alissa Zinovievna, mejor conocida como Ayn Rand, fue una filósofa y escritora estadounidense que nació en San Petersburgo. Nacida en Rusia, falleció en marzo de 1.982, en la ciudad de nueva York.
No luce extraño el por qué ciudadanos de todo el mundo quieren emigrar a los Estados Unidos.
Un buen ciudadano no es solo el que denuncia un hecho de corrupción, paga a tiempo sus impuestos, ayuda a su vecino, cede el puesto en el bus o vota en las elecciones. Es más, mucho más…
Un buen ciudadano debe tener identidad, es decir, debe conocer la historia de su terruño, para estar identificado con él. Debe escudriñar en esa historia en busca de la verdad ya que generalmente es escrita por los vencedores. Conocer lo bueno y lo malo, las fortalezas y debilidades del lugar donde vive, de su municipio, de su estado y de su país.
Debe estar informado. Conocer los deberes y los derechos que le impone y le otorga la Constitución Nacional, las leyes y los reglamentos de la república. Conocer sobre el derecho Internacional, sobre todo sobre el Derecho Humanitario. No basta con saber sobre el significado de los colores de la bandera, de los signos patrios, saber la letra o quien escribió el Himno Nacional.
Debe ser deliberante, examinar los pros y los contras de las decisiones gubernamentales, analizarlas y, de ser necesario, pedir razones y explicaciones para darlas cuando quiera transmitirlas y/o convencer a los demás.
Debe ser participativo, al estar informado y ser analítico es su obligación transmitirlo, compartir sus conocimientos y formar parte de las acciones que conlleven al bienestar social, a la libertad y a la democracia, además de estar pendiente y alerta de los mecanismos de participación que existan en su entorno.
No aceptar la arbitrariedad es característica principal de un buen ciudadano. Si se incumple el Estamento Legal se hace obligatorio el oponerse a ello. El Estado de Derecho tipifica las vías pacíficas e institucionales, nacionales e internacionales, a las cuales pueden acudir los ciudadanos, para ello es indispensable conocer cómo operan.
Es necesario identificar los valores reconocidos tradicional e internacionalmente y seguirlos. La ética precede la técnica, la ciencia y el poder.
El buen ciudadano vela por el bien público. Conocimiento, posibilidad de participación, de no aceptar las arbitrariedades, le obligan a velar por el bienestar de los más débiles.
Un viejo adagio internacional expresa:
“Trabajar para no obtener beneficios… ¡es simple esclavitud!”
¡Los venezolanos somos transmisores de genes de libertad y democracia!
