Lo único que Croacia tenía que perder eran 90 minutos, tiempo suficiente para que Islandia lo perdiera todo. Y en su intento de perder tiempo, el conjunto croata encontró un triunfo.
Goles de Milan Badelj e Ivan Perisic en la segunda mitad guiaron a una descafeinada Croacia a un triunfo el martes 2-1 sobre Islandia con el que redondeó una primera ronda perfecta de nueve puntos como líder del Grupo D y sacó boleto a un enfrentamiento con Dinamarca en los octavos de final de la Copa Mundial.
En su intento por evitar suspensiones o lesiones, Croacia alineó a nueve suplentes y se ocupó más en deshacer que en hacer. Objetivo cumplido: Los sueños de Islandia quedaron truncados.
Los islandeses, que en su debut empataron con Argentina, necesitaban ganar para poder avanzar. Pero el revés despejó el camino para que Argentina se clasificase gracias a su victoria 2-1 sobre Nigeria.
Islandia regresa a casa de su primer Mundial sin un triunfo que presumir pero con el respeto del resto del planeta.
Transpirando un incesante espíritu de lucha en una noche fresca, Islandia no estuvo lejos de sorprender una vez más. Pero, cuando se juega con más corazón que futbol es difícil resolver un acertijo como el que presentó el conjunto Croata.
“Estoy decepcionado, pero muy orgulloso del carácter y la actuación de los muchachos”, dijo el técnico islandés Heimir Hallgrimsson.
Eso fue evidente incluso para el rival.
“Islandia mostró carácter, disciplina y lucha. No puedo más que felicitarlos por su disciplina y esfuerzo, juegan al fútbol de la mejor manera”, dijo el entrenador croata Zlato Dalic.
La situación solo empeoró una vez que Badelj inició una jugada por el centro del campo, sirvió a la izquierda desde donde Josip Pivaric logró insertar un servicio entre dos defensivos y Badelj remató sin contemplaciones del arquero Hannes Halldorsson para poner al frente a Croacia al minuto 53.
Islandia no solo tuvo que enfrentarse a 11 ordenados croatas, sino a una mala fortuna que los acompañó en gran parte de su viaje a Rusia.
Gylfi Sigurdsson empató el marcador por la vía del penal a los 75 minutos, luego de que Dejan Lovren — quien había ingresado apenas seis minutos atrás — cometiera una flagrante mano dentro del área. Pero esa fue la única fortuna para Islandia. Sverrir Ingason impactó un cabezazo en el travesaño, Aron Gunnarsson exigió una espectacular estirada del arquero suplente croata Lovre Kalinic al expirar la segunda mitad y los islandeses fueron una presencia constante en territorio croata empujados por la necesidad, el orgullo y las facilidades de un conjunto sin necesidad de arriesgar nada.
Sobre el final, Perisic anidó un potente disparo del alcance de Halldorsson para devolverle la ventaja a Croacia y silenciar a la mayor parte de los 43.472 aficionados que se presentaron a alentar al cuadro islandés, cimbrando la Arena Rostov con el tradicional “Skoll”.
“Es impresionante la manera en que Croacia jugó este torneo”, dijo Hallgrimsson. “Con tal calidad no me sorprendería que lo ganaran todo”.
Croacia no se intimidó, de hecho apenas se inmutó. Dalic únicamente envió al campo a dos titulares que participaron en la goleada de 3-0 sobre Argentina cinco días atrás, Luka Modric y Perisic. También formó un equipo recargado en la mitad del terreno, en donde incluso el creativo Modric desempeñó funciones defensivas.
“Ganamos, pero nuestra actuación no fue la ideal”, dijo Dalic. “Vimos algunos jugadores fuera de ritmo, tal vez por haber estado tanto tiempo en la banca”.
Islandia regresa a casa con un punto y el desconsuelo de no repetir su participación en la Euro 2016, donde sorprendió al mundo accediendo hasta los cuartos de final. Pero, al final, la nación de menor población en jugar un Mundial en la historia no necesitó de un triunfo para ganar respeto.
“Ha sido sumamente inspirador ver aquí en Islandia la manera en la que creen en el equipo y su posible éxito en contra de todo, los ha llevado tan lejos. ¡Felicidades queridos muchachos!”, tuiteó la primera ministra islandesa Katrín Jakobsdottir.