Marruecos fue más chispeante, peligroso y técnicamente superior. Portugal tenía a Cristiano Ronaldo y ello resultó más que suficiente.
Otro gol para los libros de récord de su insaciable astro bastó para conseguir el miércoles la victoria 1-0 ante Marruecos, con lo que Portugal dio un paso firme para avanzar a la segunda ronda de la Copa del Mundo y de paso decretó la eliminación del equipo del norte de África.
El cuarto tanto de Cristiano en Rusia dejó al campeón de Europa con cuatro puntos en dos partidos. Los lusos son dueños de su destino de cara al duelo contra Irán, para cerrar su calendario en el Grupo B.
Con la complicidad de una displicente marca rival, Cristiano convirtió de cabeza a los cuatro minutos para establecer una diferencia que no se movió más, pese al tesón marroquí.
Autor de una tripleta en el empate 3-3 contra España en la primera fecha, Cristiano, de 33 años, quedó como el máximo goleador europeo de la historia en selecciones. Su tanto número 85 con Portugal le permitió dejar atrás a la leyenda húngara Ferenc Puskas. Por delante suyo en la tabla mundial, solo queda el iraní Ali Daei con 109 tantos.
Al comparecer ante la prensa, Cristiano pasó por alto el logro individual.
“Estoy contento. Lo más importante era ganar el partido, embolsarnos los tres puntos”, dijo. “Sabíamos que si perdíamos, quedábamos fuera”.
Marruecos, que no acudía a un Mundial desde 1998, se convirtió en el primer conjunto en quedar fuera de carrera en Rusia, donde horas antes del comienzo del certamen se le negó también la posibilidad de ser sede de éste en 2026, al perder la votación ante la candidatura conjunta de Estados Unidos, México y Canadá.
En la cancha, se puede argumentar que de las 32 selecciones participantes ninguna ha tenido peor rédito pese a jugar tan atractivamente.
Un gol en contra en el último aliento significó la derrota ante Irán en el debut para el equipo del técnico francés Herve Renard, que ahora tropezó con el momento de gracia del cinco veces ganador del Balón de Oro.
“La verdad es que todo es más fácil cuando se cuenta con un jugador que no desperdicia una ocasión de gol”, dijo Renard. “Pudimos ser más efectivos. Fallamos muchas ocasiones en nuestro primer partido… Los que saben moverse en el área, los que saben definir, son los que marcan la diferencia”.
Y en un soleado y agradable día en la cancha del estadio Luzhniki, Portugal era el equipo con un depredador en el área.
Fue lo que hizo Cristiano en la primera oportunidad que se la presentó.
De un córner en corto, Joao Moutinho colgó el centro desde la derecha. El delantero del Real Madrid esquivó a Manuel Da Costa, el hombre que le vigilaba, y se lanzó de palomita en el corazón del área para definir.
Autor de una tripleta en el empate 3-3 contra España en la primera fecha, Cristiano, de 33 años, quedó como el máximo goleador europeo de la historia en selecciones. Su tanto número 85 con Portugal le permitió dejar atrás a la leyenda húngara Ferenc Puskas. Por delante suyo en la tabla mundial, solo queda el iraní Ali Daei con 109 tantos.
Marruecos reaccionó bien tras el zarpazo inicial. Su volante Sofyan Amrabat fue por lejos su mejor obrero con sus desbordes por la banda derecha, desquiciando toda la tarde al zaguero Raphael Guerreiro.
Aparte de eso, Portugal nunca se sintió hostigado en demasía, más se sentía a gusto con el trámite del encuentro, replegado en el fondo para dar rienda suelta a su recurso predilecto: el contragolpe.
No fue hasta los 56 que Marruecos dispuso de su mejor ocasión, abortada por el arquero portugués Rui Patricio con una notable atajada para repeler el cabezazo picado de Younes Belhanda desde 10 metros tras un tiro libre. Casi todas sus mejores oportunidades fueron en jugadas con pelota quieta, tres de ellas al inicio del segundo tiempo. En los descuentos, su capitán y zaguero central Mehdi Benatia mandó un disparo a las nubes en otra ocasión inmejorable.
Así se resumió la frustración marroquí, un equipo que en todo momento ha dejado buena imagen, pero inoperante o falto de suerte en la definición.
Y descuidado atrás, en momentos clave.
En cambio, Portugal puede persignarse de aquí hasta el infinito con Cristiano, ahora sí pletórico en la cita máxima del fútbol. La cuenta de goles del nacido en Madeira supera el acumulado que tenía en sus tres participaciones previas en los campeonatos del mundo.
Ha convertido de todos las formas, con la zurda y con la derecha. Al de cabeza en Moscú, Cristiano también anotó de penal y coronó su tripleta en Sochi ante España con un sensacional remate de tiro libre para conseguir el empate.
Otro aspecto que podría pasar inadvertido: Cristiano también colabora defendiendo. Sus despejes de cabeza ayudaron a una zaga que por ratos lució vulnerables en los córners y cobros de falta, pese a la presencia de los gigantes central Pepe y José Fonte.
“He podido marcar otro gol y hemos conseguidos lo tres puntos, eso es lo que me deja feliz. Es bonito”, dijo.