La cumbre de presidentes del Mercosur reclamó el lunes en Paraguay una solución pacífica para la crisis social y política en Nicaragua y pidió a Venezuela abrir canales de comunicación para la cooperación humanitaria ante el flujo migratorio.
El bloque aduanero regional –fundado en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– se reunió en Luque, ciudad cercana a Asunción, y destacó «la importancia de fomentar la paz, restablecer el clima de convivencia pacífica, respetar la institucionalidad democrática y garantizar el derecho de la ciudadanía a manifestarse» en Nicaragua.
Asimismo, enfatizó su rechazo a todo tipo de violencia, alentó «a retomar el diálogo nacional coordinado por la Conferencia Episcopal con el objetivo de consensuar una solución pacífica» y recomendó «apoyar los esfuerzos de cooperación a nivel de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para la investigación y esclarecimiento de los hechos de violencia».
En cuanto a Venezuela, el grupo exhortó al gobierno de Nicolás Maduro «a coordinar con la comunidad internacional el establecimiento de canales para el acceso de ayuda humanitaria para paliar la crisis social y migratoria» y solicitó «un sistema para el intercambio de información epidemiológica con los países de la región».
Venezuela y Bolivia se incorporaron al bloque en 2006 y 2015 respectivamente, pero Venezuela fue suspendida en 2017 por «ruptura del orden democrático».
Por otra parte, en la reunión del lunes Paraguay entregó a Uruguay el mando de la unión aduanera por los próximos seis meses.
En otro informe, el organismo hizo una referencia superficial a la marcha de las negociaciones comerciales con la Unión Europea, que llevan 18 años sin concretarse. Tabaré Vázquez, el mandatario uruguayo, dijo durante su intervención en la sesión que «no podemos perder el tiempo negociando eternamente».
En contraste, Gabriela Michetti, vicepresidenta de Argentina, dijo que no podían «dejar escapar esta oportunidad»
«Estamos muy cerca, como nunca antes, de cerrar un acuerdo con la Unión Europea pero necesitamos renovar nuestro compromiso político», aseguró.
Michel Temer, presidente de Brasil, se mostró paciente con relación a la Unión Europea: «las negociaciones no se resuelven de un día para otro».
«Nuestro trabajo debe ser de apertura para el mundo, cerrar la puerta a la Unión Europea será impedir un avance. También debemos abrirnos hacia la Alianza del Pacífico», señaló.
Una posición más crítica expuso Álvaro García, vicepresidente de Bolivia: «hay un caos planetario en el que se presenta una guerra comercial generalizada, la misma que continuará y afectará a las naciones de América del Sur».
«El horizonte común compartido ha desparecido. La paradoja es que los principales globalizadores son los comunistas y los principales defensores del libre comercio de hace 20 años ahora son los principales propugnadores del proteccionismo, se han derrumbado las certidumbres del mundo», opinó.
Para García, quien informó que el presidente Evo Morales estaba en China, el Mercosur debería crear «cadenas de valor regional porque es mucho más fácil exportar materia prima y es mucho más complicado generar procesos de industrialización regional».