Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de tumor es el responsable del 75 a 80% de las muertes por cánceres cutáneos. Comienza como una lesión muy parecida a un lunar que puede pasar inadvertida.
Aunque su frecuencia y severidad no está relacionada con la alta mortalidad por cáncer en general, el de piel es un tumor maligno igualmente letal al que hay que tenerle cuidado, porque comienza como una lesión muy parecida a un lunar que puede pasar inadvertida.
Los tipos más frecuentes son el cáncer cutáneo no melanoma (CCNM) que incluye el carcinoma basocelular y el espinocelular; y el melanoma, que es el menos común, pero el más mortal por su capacidad para dar metástasis si no se diagnostica a tiempo, explicó la dermatóloga oncológica y colaboradora de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, Nilsa Mancin, a propósito del Día Mundial del Cáncer de Piel que se celebra el 13 de junio.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el melanoma es el responsable del 75 a 80% de todas las muertes por cánceres cutáneos, que se originan cuando las células del cuerpo comienzan a crecer de forma descontrolada, seguido por el carcinoma espinocelular.
Mancín explicó que este último, es el segundo más habitual. “Se origina en los estratos espinosos de la epidermis y su aspecto clínico es el de un área elevada, rosada escamosa o descamativa, verrugosa, que afecta generalmente áreas expuestas al sol; cabeza, orejas, cuero cabelludo, labios. Puede aparecer también en lesiones crónicas como úlceras o en la piel cicatrizada por quemaduras”.
El de células basales “tiene un aspecto de lesión nodular de color de la piel, perlada, brillante, con un vaso sanguíneo tipo araña en su superficie. No duele ni molesta pero sí puede sangrar. Se localiza más frecuentemente en cara, orejas y cuero cabelludo”, indicó la especialista.
Existen muchos otros tipos menos frecuentes, como algunos linfomas, sarcomas y tumores anexiales “Lamentablemente, no contamos con estadísticas confiables en el país que engloben los diferentes tipos de cáncer de piel, su comportamiento, frecuencia y mortalidad. Pero al igual que en otras partes del mundo, se sabe que es el cáncer cuya incidencia ha presentado el mayor aumento”, aseveró Mancín.
Diagnóstico y tratamiento
En cuanto al diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, la doctora Nilsa Mancín reiteró que mientras más temprano se hagan mejores serán los resultados. Por ello, recomendó hacerse un examen de piel regularmente, y ante la presencia de cualquier lesión, que en un período de tres meses no se sepa qué es y vaya creciendo, consultar a un especialista.
También se aconsejó prestar atención a la piel, y principalmente a los lunares, para detectar a tiempo un posible melanoma basándose en la regla ABCDE:
Asimetría: Un lunar que cuando se divide a la mitad, tiene forma irregular en algunos de sus ejes.
Borde: Si es irregular, ondulado o pobremente definido.
Color: Si varía de una zona a otra (tonos café, negro, a veces blanco, rojo o azul).
Diámetro: Los melanomas son generalmente de 6 mm (el tamaño de un borrador de lápiz), pero cuando se diagnostica, pueden ser más pequeños.
Evolución: Si alguno cambia de tamaño, forma, color, sangra o pica.
Otra estrategia para prevenir la aparición de este cáncer, es evitar la excesiva exposición al sol, principal factor de riesgo de esta patología que incide con mayor frecuencia en las personas de piel clara.
¿Cómo protegerse del sol?
-Evite exposiciones entre las 11:00 de la mañana y las 3:00 de la tarde, ya que ese es el momento de mayor irradiación solar.
-Media hora antes de exponerse al sol, aplíquese una loción o crema protectora de amplio espectro.
-Reaplique el producto cada tres o cuatro horas y cada vez que salga del agua.
-Use sombreros de ala ancha, franela manga larga y sombrilla, así como gafas de sol que absorban los rayos UV.
-Evite otras fuentes de radiación como cámaras de bronceado que irradian UVA.