Beijing acusó a Estados Unidos de dañar su propia credibilidad al actuar erráticamente en cuanto al comercio internacional y el miércoles prometió que se defenderá si Washington sigue adelante con sus amenazas de aumentar los aranceles.
Una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China se quejó de la decisión estadounidense de renovar las amenazas de aumentar los aranceles a una lista de bienes y servicios chinos valorados en 50.000 millones de dólares que contradice con un acuerdo alcanzado a mediados de mayo destinado a resolver esa disputa.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo entonces que el conflicto estaba «en suspenso» después de que Beijing prometiera comprar más bienes estadounidenses y así ayudar a reducir su multimillonario superávit comercial con Estados Unidos.
La portavoz Hua Chunying se negó a decir si el anuncio del martes podría perturbar los planes del secretario de Comercio, Wilbur Ross, de visitar Beijing para mantener conversaciones a partir del sábado. El Ministerio de Comercio de China no respondió a las preguntas sobre el estado de la reunión, pero la embajada de Estados Unidos dijo que una delegación de funcionarios de comercio, agricultura y del Tesoro había llegado a la capital china para hacer los preparativos.
Hua no dio ninguna indicación de si Beijing planeaba actuar después de su propia amenaza de tomar represalias, elevando los aranceles a una lista de productos estadounidenses valorados en 50.000 millones de dólares, incluida la carne de ganado vacuno y la soya.
«Cada cambio y vuelta de tuerca de un país simplemente reducirá y agotará su propia credibilidad», dijo Hua en una sesión informativa regular.
«No queremos una guerra comercial, pero no le tememos a una. Lucharemos», advirtió. «Definitivamente tomaremos medidas enérgicas para defender nuestros intereses legítimos».
La Casa Blanca dijo que también impondría restricciones a la inversión china y a las compras de tecnología de punta. El 15 de junio se anunciará una lista de productos que serían sujetos a los aranceles norteamericanos.
Los mercados financieros asiáticos se desplomaron ante las renovadas preocupaciones por una disputa comercial entre ambas naciones. El principal índice bursátil de China cayó un 2,5% y el índice de referencia de Japón perdió un 1,5%.