Un atacante hizo estallar su chaleco explosivo afuera del Ministerio del Interior de Afganistán el miércoles, lo que permitió que hombres armados cruzaran la reja exterior en donde intercambiaron disparos con las fuerzas de seguridad, quienes al final mataron a los atacantes, informaron las autoridades.
El general Daud Amin, jefe de policía de Kabul, dijo que siete atacantes murieron y que los operativos de limpieza se llevaban a cabo. Najib Danish, vocero del ministerio, dijo que un policía murió y cinco resultaron lesionados. El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó el atentado.
Parece ser una inusual victoria para las fuerzas de seguridad afganas, quienes en meses recientes han luchado para mantener segura la capital. Los talibanes y una filial local del Estado Islámico han perpetrado varios ataques, principalmente contra las fuerzas de seguridad y la minoría chií del país, en donde han matado a cientos de personas. Ambos grupos también se han extendido hacia el campo.
En otros lugares de Afganistán, el talibán atacó la sede distrital en la provincia norteña de Takhar, matando a cinco agentes de seguridad, según el vocero de la policía provincial Khalil Asir. Tres personas más resultaron heridas en la batalla, que todavía se lleva a cabo, y 10 insurgentes murieron, agregó.
En la provincia Logar, un talibán atacó una estación de policía matando al menos a tres policías.
Entre los muertos estaba el comandante de la estación y el subdirector de la policía de tráfico de Puli Alim, la capital provincial, dijo Khalid Safi, vocero del gobernador.
Los talibanes se adjudicaron los ataques en ambas provincias.