El sindicato mundial de futbolistas profesionales pidió la intervención de la FIFA para que se revisen las reglas antidopaje tras la suspensión que marginará al capitán de Perú Paolo Guerrero de la Copa del Mundo por un positivo por cocaína en un control que fue causado al consumir un té contaminado.
El FIFPro (las siglas del sindicato) dijo que la suspensión de 14 meses que impedirá al delantero de 34 años debutar en un Mundial es “injusta y desproporcionada”.
El fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo anunciado el lunes “desafía el sentido común” al imponerle a Guerrero un castigo “dañino para su carrera”.
Los jueces del TAS reconocieron que Guerrero no tuvo la intención de consumir metabolitos de cocaína, ni trató de mejorar con la sustancia su rendimiento en el partido contra Argentina por las eliminatorias sudamericanas en octubre pasado.
Pero, de todas formas, los jueces aplicaron la reglamentación antidopaje que establece una suspensión de por lo menos un año, incluso cuando el deportista no tenga culpa.
La FIFPro quien una reunión de urgencia con la FIFA para analizar un cambio de las reglas antidopaje para que “protejan los derechos fundamentales de los futbolistas”.