Un grupo de personas recibió a Jorge Arreaza, canciller de la República, con gritos y consignas que decían “Arreaza asesino, Arreaza asesino”.
El canciller acudió al país para participar en la investidura presidencial de Carlos Alvarado.
Las personas presentes en el lugar le gritaban que “el socialismo acabó con Venezuela”. Además, lo comparaban con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, mientras le decían “criminal”.
Arreaza cargaba y se tomaba fotos con niños costarricenses mientras los presentes le recriminaban que los menores de edad en Venezuela se mueren de hambre.