Dios por favor enséñales el camino de la paz, la convivencia, la armonía a los gobernantes de turno que nos tienen desquiciados, brinca para acá o brinca para allá, como pájaro en cemento o perro en patio de bolas, con una inestabilidad emocional y una incertidumbre incontrolable, en busca de socios o pidiendo asesoramiento a quien no produce nada y lo único que han logrado es destruir lo que ya estaba hecho; otra cosa tan grave es que a cada rato se rompen relaciones con los países que pueden por medio de alianzas aportar algo para nuestro país que al menos si no nos dan, tampoco nos quitan y por lo menos nos enseñan el camino de como producir y saber negociar. Eso es un costo muy bajo con una buena política diplomática por ser esta la base fundamental para una buena política.
Pensemos que lo mejor para todos, en cualquier país es afianzarnos en la dignidad y respeto para tener fuerza para defender nuestros derechos y hacer respetar nuestro disentir; estar consciente que la prudencia y la sensatez deben ser esclavos de la perseverancia, no se debe vivir en ese tira y encoge como los que no pueden vivir solos y se les hace difícil vivir acompañados, quien paga los errores es la familia y el pueblo en general sufre el desprecio, la indiferencia de quienes pueden ser sus aliados, consientes que discernir es un derecho irrenunciable pero no un arma destructible que pueda hacer daño, todos unidos debe ser la principal responsabilidad de cada venezolano, es buscar la paz, el derecho a todas sus necesidades básicas, un país productivo y no un país busca pleito, qué más podemos desear, si estas peticiones son tan fáciles y elementales.
Todas las experiencias por desagradables que sean enseñan algo útil para la gente pensante y con una buena dosis de humildad que siempre desean aprender, no como los que tienen como respuesta “no tu estas equivocado” sin analizar lo que el otro ha dicho, esos son filósofos de la nada, con sus discursos vacuos, que lo que ellos supuestamente aprendieron en vez de usarlo para enseñar , lo usan para golpear, al que ellos creen que es un bolsa, sabrán esos golpeadores que dársela de sabihondos no es una forma de vivir en paz , analicen ustedes, amigos lectores si estoy en lo cierto de que los jefes le falta un poquito de humildad y en vez del abrazo de amistad es el puño cerrado que los identifica en todos los ámbitos.
Debemos estar consciente y reconocer a todos los gremios de diferentes sectores el esfuerzo y sacrificio que están haciendo para continuar su existencia, seguir produciendo generando trabajo, alimentos, pagando impuestos y como contrapartida obtienen persecución, insultos, decomisos de camiones que transportan los peligrosos productos de auyamas, yucas, papas, pimentones, zanahorias, apios, repollos, ñames, ocumos, plátanos, quesos, que todos saben a dónde van, estos son golpes muy duro para un pequeño productor, jamás hemos visto a un presidente, un senador, un diputado, un gobernador con un machete o un garabato cortando monte para sembrar unas caraotas tras un caballo charruguero arando la tierra para el sembradío. Señores gobernantes por Dios ustedes no fueron elegidos para castigar a quienes deben producir, deben darse cuenta que son sus aliados y son buena parte de la solución y el progreso.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.