Venezuela admitió el lunes que el país atraviesa por una crisis pero acusó a la Organización de Estados Americanos (OEA) de exagerar la situación con la meta de derrocar al presidente Nicolás Maduro.
El viceministro venezolano de Relaciones Exteriores para América del Norte, Samuel Moncada, adujo que una crisis sólo puede considerarse como humanitaria cuando colapsa la capacidad de un Estado para atender a su población, y aseguró que eso no corresponde a la realidad venezolana.
«Yo no voy a desconocer la crisis. Es ridículo desconocer la crisis, pero sí creo que la salida a la crisis pasa por la salida pacífica y no por la salida violenta que nos están planteando aquí», dijo a los Estados miembros de la OEA durante una sesión especial que por primera vez escuchó testimonios de expertos sobre la crisis que atraviesa la nación sudamericana.
Numerosos venezolanos han emigrado a países cercanos ante la hiperinflación y la aguda escasez de alimentos y medicinas que azota a la nación sudamericana.
El también embajador ante la ONU ejerció el derecho de palabra después de la intervención de un representante de la Organización Internacional para las Migraciones, de un epidemiólogo venezolano y de 12 países que exhortaron al gobierno venezolano a aceptar la ayuda humanitaria internacional.
El embajador mexicano ante la OEA, Jorge Lomónaco, reprochó a las autoridades venezolanas haber permitido tres epidemias de enfermedades transmisibles que ya habían sido erradicadas. «Venezuela tiene una obligación sanitaria regional e internacional. El control de enfermedades debe ser permanente y en todo el territorio», indicó.
Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, calificó como «obtusa» la negativa venezolana a recibir ayuda humanitaria internacional y reiteró su postura a favor de imponer sanciones que afecten el funcionamiento financiero del gobierno de Maduro, que en abril de 2017 empezó un proceso de dos años para abandonar la OEA.
Esta fue la primera ocasión en que el Consejo Permanente abordó la crisis venezolana desde que en febrero adoptó una resolución exhortando a Maduro a evitar su agravamiento.
El vicepresidente estadounidense Mike Pence probablemente aborde el tema nuevamente durante el discurso que pronunciará la semana próxima en el organismo. La alocución de Pence tendrá lugar tres semanas después de su asistencia a la Cumbre de las Américas en Lima en lugar del mandatario Donald Trump.
Durante la Cumbre, Estados Unidos y otros 15 países del continente pidieron al gobierno de Venezuela que realice elecciones libres, sin presos políticos, y adelantaron que no reconocerán los resultados si los comicios de mayo no cumplen esas condiciones.