Cada 1 de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador, para conmemorar la reivindicación de los derechos laborales de hombres y mujeres por igual. Este día sirve como motivo para denunciar abusos, solicitar reformas y buscar el reconocimiento de beneficios sociales y laborales.
Los orígenes del Día del Trabajador datan del siglo XIX. Con la llegada de la Revolución Industrial y las producciones masivas, la explotación de millones de personas en las fábricas alrededor del mundo provocó descontento y un sentimiento de injusticia debido a que las jornadas laborales eran extenuantes y los salarios, mínimos. Esto comenzó a generar movimientos sociales que fueron organizándose para revelarse ante el modelo económico que estaba oprimiéndoles.
Es un homenaje a los huelguistas estadounidenses conocidos posteriormente como «Mártires de Chicago», quienes participaron en la paralización de miles de fábricas durante las protestas de 1886, en varias ciudades del país, las cuales exigían que se adaptara la jornada laboral a 8 horas diarias. Dichas manifestaciones tuvieron consecuencias violentas, dejando víctimas mortales tanto en el ataque a la Plaza Haymarket (4 de mayo de 1886), como un año después, el 11 de noviembre de 1887, con la ejecución en la horca de cuatro dirigentes socialistas vinculados a las protestas: Georg Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons y August Spies