El grupo de los siete -integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- exhortó al gobierno de Venezuela a permitir el ingreso de ayuda internacional, ante lo que consideran es el empeoramiento de la crisis en la nación sudamericana.
A través de un comunicado, las naciones se confiesan «profundamente preocupadas por la falta de respeto a los derechos humanos y los principios democráticos básicos» en el país; al tiempo que lamentan la «crisis económica en curso y sus repercusiones humanitarias».
Advierten que tal hecho «afecta gravemente a la población, particularmente a los ancianos, mujeres y niños que se encuentran en situaciones de gran vulnerabilidad».
El comunicado fue emitido al término de una reunión sostenida desde el domingo por los ministros de exteriores en Canadá, donde discutieron temas críticos como «terrorismo, no proliferación (nuclear), Corea del Norte, Irán, Siria, Venezuela y Birmania». El punto 14 está dedicado al caso venezolano.
La crisis, afirman, «está provocando grandes oleadas de personas que huyen, incluidos refugiados, solicitantes de asilo y migrantes, a otros países de la región».