Este jueves Barquisimeto y Venezuela recuerdan la peor noche que se haya vivido en algún urbanismo del estado Lara cuando la saña, la violencia y la peor cara de la represión del gobierno, actuó sobre la urbanización Antonio José de Sucre, mejor conocida como La Sucre, tras las protestas en contra de Nicolás Maduro el 26 de abril del 2017.
El saldo de la triste noche fue 5 heridos y 30 detenidos. La situación comenzó cerca de las 8 de la noche luego de que la Guardia Nacional Bolivariana lograra replegar a los manifestantes de “La Sucre”, hacia el interior de los edificios.
Acto seguido, tuvo lugar el asedio permanente de la GNB en el interior del conjunto residencial. Yanneth (una de las vecinas que se comunicó con el equipo de www.elimpulso.com, la llamaremos así por razones de seguridad), nos informaba con un llanto desgarrador que golpeaban todas las puertas violentamente y “nos dicen que nos van a matar. Son los colectivos”.
Los vecinos pensaban que quienes los asediaban eran grupos paramilitares, por la violencia de su proceder. Nunca pensaron que la misma Guardia Nacional Bolivariana fuese el cuerpo que causara la peor noche de terror que cualquier comunidad en Barquisimeto había sentido en su historia.
Lo que se leía en las redes sociales era muy fuerte. Algunos decían que la cantidad de muertos era exorbitante, otros daban fe que quienes actuaban dentro de la Sucre eran los colectivos oficialistas. En fin, nadie tenía la verdad de lo que estaba pasando.
Por otro lado, muchos se preguntaban en dónde estaban las autoridades regionales. ¿Por qué la policía de Lara no actuaba para defender a esa gente? Y aunque era cierta la ausencia de Polilara en el lugar, se debía a la orden que tenia de solamente controlar actos fuera del perímetro de la Urbanización Sucre.
A las 10 de la noche aproximadamente, comenzó a recrudecer la situación con el incendio que se veía a lo lejos del Bloque 22 de La Sucre. En el edificio estaban escondidos no menos de 100 jóvenes que llevaban más de dos semanas protestando todos los días en la Avenida Libertador con calle 37. Había muchachos de Cabudare y del este de Barquisimeto.
Los reportes en redes sociales seguían llenando de angustia a todo el que los leía. Los servicios de mensajería instantánea también. Al menos 20 audios grabados por presuntos vecinos de La Sucre se propagaban por Whatsapp. Llantos desgarradores, gritos, disparos y amenazas se escuchaba en ellos. El único posible comprobar fue el que mostraba la voz del funcionario de la GNB que desde una tanqueta y con un parlante instaba a los jóvenes a entregarse, ya que estaban rodeados. “Entréguense, les vamos a respetar sus derechos”, decía el efectivo militar, todo esto mientras sus subalternos causaban destrozos en el interior de la urbanización.
Niños, ancianos, mujeres y todo el que vivía en La Sucre sintió el poder de la represión desmedida de parte de un cuerpo que constitucionalmente está hecho para resguardar al pueblo venezolano, según el artículo 329.