En cuanto a libertad de expresión se refiere, Venezuela tuvo el mayor declive y Ecuador el progreso más importante en América Latina según el índice mundial de libertad de prensa difundido el miércoles por la organización Reporteros sin Fronteras (RSF).
El análisis anual de las libertades para periodistas ubicó a México como el segundo país más peligroso del mundo (sólo superado por la guerra civil en Siria) debido a los 11 informadores asesinados en 2017 y a la impunidad que rodea los crímenes en la nación norteamericana.
«En América Central y México, la violencia y la impunidad mantienen un reino de miedo y autocensura», señala el documento. Los periodistas dedicados a cubrir el crimen organizado y la corrupción «que rehúsan o no pueden reubicarse cuando enfrentan un peligro inminente con frecuencia pagan con sus vidas».
RSF mantuvo a Costa Rica como la nación latinoamericana mejor ubicada entre las 180 evaluadas y a Cuba como la peor. Noruega encabeza la clasificación global y Corea del Norte la cierra.
La organización no gubernamental con sede en París y fundada en 1985 atribuyó la mejora en Ecuador a que su presidente Lenín Moreno ha apaciguado la tensión que su predecesor Rafael Correa había generado contra la prensa privada.
RSF achacó el declive de Venezuela a los «excesos autoritarios» del presidente Nicolás Maduro y dijo que las fuerzas de seguridad atacan constantemente a periodistas independientes para reducir la cobertura de la grave crisis política y económica que atraviesa la nación caribeña.
El informe además señaló al gobierno de Evo Morales de insultar e iniciar procesos penales contra periodistas bolivianos independientes para callarlos y documentó retrocesos más leves en Argentina y Colombia.
«No hay un país fuera de Ecuador donde se puede decir que estamos muy optimistas», dijo el director de RSF para las Américas, Emmanuel Colombié. «En la mayoría de los países, siguen los mismos problemas».
RSF diagnosticó en el ámbito global un incremento en los ataques contra los medios de comunicación no solo de regímenes autoritarios sino también de gobiernos democráticos como el del estadounidense Donald Trump, quien ha llamado «enemigos del pueblo» a reporteros parafraseando al extinto líder soviético Joseph Stalin.
«Lanzar palabras de odio a los periodistas es una de las peores amenazas a la democracia», dijo la secretaria general de RSF Christophe Deloire. «Cuestionar el periodismo en la actualidad es jugar con un fuego político extremadamente peligroso».