«Es el final de una vida magnífica», estimó George W. Bush este miércoles al resumir el sentimiento de gran parte del pueblo estadounidense tras el fallecimiento a los 92 años de su madre Barbara Bush.
«Como su alma estaba reconfortada en el lecho de muerte, mi alma también está reconfortada», manifestó el 43 presidente de Estados Unidos (2001-2009), entrevistado en la cadena Fox Business.
El hijo del también expresidente George H. W. Bush (1989-1993) hizo estas declaraciones mientras en el país las banderas de todos los edificios públicos, puestos militares y edificios de la Marina ondean a media asta, hasta el crepúsculo del día del funeral, por orden de Donald Trump.
El mandatario dio la orden el martes por la noche, y las más emblemáticas de estas banderas, como las que ondean sobre el Capitolio en Washington, fueron puestas a media asta.
La actual primera dama, Melania Trump, hizo saber a través de su portavoz que asistirá a los funerales de la «Primera Gran Madre» de Estados Unidos, que se celebrarán el sábado en Houston, Texas, estado de adopción de Barbara Bush.
«Era feroz y decía lo que pensaba. Fue un súper ejemplo para mi cuando aprendí a ser una primera dama», señaló por su parte Laura Bush, esposa de George W. Bush, que vivió en la Casa Blanca de 2001 a 2009, doce años después de su suegra.
«Le sostuvo la mano durante todo el día»
Barbara Pierce nació en 1925 en el estado de Nueva York y a los 16 años conoció a George H. W. Bush, con quien se casó tres años más tarde y de quien decía que había sido el primer hombre que le besó.
«Bar, gracias a ti mi vida esta llena de todo lo que siempre he soñado – mi felicidad absoluta debería de ser testimonio del amor que te profeso», le escribió durante la Segunda Guerra Mundial, cuando George H. W. Bush estaba destinado en el Pacífico.
Se casó con el amor de su vida durante unos días de permiso que tuvo en 1945, pocos meses antes del fin de la guerra, que concluyó con el grado de alférez de navío.
Hoy con 93 años, el expresidente y exvicepresidente de Ronald Reagan padece la enfermedad de Parkinson, lo que le obliga desde hace años a desplazarse en silla de ruedas, y en enero de 2017 tuvo que ser hospitalizado por una neumonía.
El martes, «le sostuvo la mano todo el día y estaba a su lado cuando ella abandonó la Tierra», declaró su portavoz Jim McGrath, señalando que George H. W. Bush tenía «el corazón roto».
Inscrita en el imaginario colectivo estadounidense gracias a sus ademanes dulces, sus cabellos blancos, su collar de perlas y un estilo formal, era apreciada en todos los ámbitos políticos.
Barbara Bush pasará a la historia como una de las dos mujeres que se casó con un presidente y que dio a luz a otro mandatario estadounidense. Abigail Adams (1744-1818), mujer del segundo presidente John Adams y madre del sexto, John Quincy, es el otro caso.
A Barbara Bush le sobreviven su marido, cinco hijos, 17 nietos y siete bisnietos.