Tanto el gobierno del Presidente Hugo Chávez, como el del Nicolás Maduro han fracasado estrepitosamente en desarrollar el potencial agrícola del país.
Así lo manifestó el candidato presidencial, Reinaldo Quijada, quien considera que una de las razones principales del escaso éxito es que los Ministros de Agricultura han sido personas ajenas al campo y, por lo tanto, poco conocedoras de sus problemas.
El también sobrino del reconocido productor agrícola ya fallecido, Concho Quijada, afirma que Venezuela tiene un potencial enorme en los campos, sin embargo, hay que darles la importancia que se merecen.
“Mi tío Concho, quien falleció el año antepasado, decía que el Ministro Elías Jaua no sabía diferenciar una mata de mango de una de maíz. Recuerdo que, en una oportunidad, el Presidente Chávez quien valoraba mucho las opiniones de Concho, se reunió con él y le preguntó que pensaba de la política agrícola del gobierno. Concho le respondió «Presidente quiere que le adorne la respuesta o quiere que le diga la verdad», Chávez le pidió decirle la verdad y Concho le respondió: «Es un total y absoluto desastre». Luego Chávez le ordenó al Ministro Jaua reunirse con Concho y la reunión se dio pero el ministro estaba poco interesado en escuchar recomendaciones”.
Afirmó que pudo aprender mucho de sus antepasados en materia agrícola y por ese motivo, reitera que mientras no exista cambios sustanciales en las políticas públicas no se podrá recuperar la producción de alimentos en Venezuela.
“Cuando se habla de agricultura es necesario considerar toda la cadena agroproductiva, desde el productor agrícola primario, hasta la agroindustria que transforma las materias primas en productos finales, la infraestructura de acondicionamiento y almacenamiento del producto agrícola, todas las empresas de insumos agrícolas, la red de comercialización, el transporte, entre otros. El gobierno de Chávez invirtió mucho dinero en la agricultura pero no había claridad en la concepción de su desarrollo y su visión fue totalmente parcial e incompleta”, opinó.
Quijada afirma que no se puede impulsar la agricultura, si previamente no se ha logrado alcanzar un contexto macroeconómico estable, ni tampoco sin estadísticas de producción y de productividad que es lo que sucede en la actualidad.
“No es un sector que se puede desarrollar de un año para el otro, requiere mucha planificación en el corto, mediano y largo plazo, siendo un sector que depende mucho de elementos exógenos como pueden ser la variación de los precios internacionales de los «commodities» y las condiciones climatológicas. También es un sector muy sensible a las políticas que concierne el desarrollo de la infraestructura agrícola (vialidad agrícola, sistemas de riego, etc.), la investigación científica y tecnológica, y todo el entramado de controles burocráticos (permisos sanitarios, guías de movilización, etc.) que hay que simplificar sustancialmente. Y el financiamiento oportuno, y no a destiempo, es indispensable”, explicó.
Finalmente el aspirante a la silla presidencial, indicó que “una agricultura sólida y sujeta a crecer en el tiempo requiere que el agricultor pueda agregarle valor a su producción primaria por vía de la creación de una agroindustria propia que procese las materias primas que él produce”.