La Roma visitará este miércoles (18h45 GMT) al Barcelona en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones sin más objetivo que salir con la eliminatoria viva del fortín azulgrana, un Camp Nou donde el Barça no pierde en competición europea desde 2013.
Desde entonces, el equipo español ha sumado 23 triunfos y dos empates, superando a sus rivales por un global de goles de 77 a 12.
El Barça, además, anda con paso firme en la Liga (donde es líder intratable con 11 puntos de ventaja sobre el Atlético) y en Champions no conoce la derrota esta temporada (5 victorias y 3 empates).
Frente al Barcelona estará una Roma mucho más irregular, tercera en la Serie A, pero a 18 puntos de la Juventus, y en Europa ha perdido dos encuentros (2-0 ante el Atlético en la fase de grupos y 2-1 ante el Shakhtar en octavos).
El Barcelona es un habitual en estas instancias, jugando los cuartos de final de la Champions por undécima temporada consecutiva (récord), mientras que el equipo italiano lo hará por primera vez en la última década.
La última visita de la Roma a Barcelona se saldó además con una abultada derrota por 6-1.
Todo ello podría indicar que será una eliminatoria muy desigual, con claro favoritismo para los catalanes, pero el fútbol ha demostrado muchas veces que no siempre gana el mejor.
«Si hablo con la cabeza digo que es muy difícil. Porque si no es el mejor equipo del mundo es el segundo. Así que tienen más opciones que nosotros», admitió el director deportivo romano Ramón Rodríguez ‘Monchi’.
El entrenador italiano Eusebio Di Francesco, al frente de la Roma, en el Camp Nou en rueda de prensa la víspera del partido contra el FC Barcelona en la ida de cuartos de final de Liga de Campeones
«Pero si hablo con el corazón, creo que podemos lograrlo (…) Lo primero que hace falta para superar al Barça es la convicción. Y en el vestuario nadie cree que es imposible. Es un buen comienzo», añadió el ex del Sevilla.
La Roma llega en un buen momento de forma, pese al empate concedido el pasado sábado en Bolonia, que rompió una racha de cuatro triunfos consecutivos, incluido el 1-0 ante el Shakhtar que sirvió para voltear la eliminatoria de octavos.