El Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (CEELA), a través de su presidente Nicanor Moscoso, firmó con el Consejo Nacional Electoral (CNE) un acuerdo de acompañamiento internacional con el propósito de estar presente en las elecciones presidenciales, de consejos legislativos y concejos municipales, a celebrarse el 20 de mayo.
En este sentido, el Observatorio Venezolano de la Justicia, advierte que la presencia del referido organismo regional en las elecciones venezolanas no es nueva, así como tampoco su intención de revestir de legalidad contiendas electorales cuestionadas.
“El organismo estuvo presente en octubre de 2017 para la escogencia de los gobernadores y alcaldes, prácticamente dominadas por la opción política del oficialismo, en las que este veedor fue el único organismo internacional acreditado por el Poder Electoral como acompañante extranjero de la contienda”, precisan.
Subrayan además que la proximidad existente entre el CEELA y el oficialismo es evidente, pues no es un secreto que la referida institución nació en 2004 gracias al financiamiento del gobierno del entonces presidente Hugo Chávez Frías.
“Una prueba de su parcialidad la tenemos en la elección de la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC), celebrada el 30 de julio de 2017, donde el CEELA presentó un informe en el cual se afirmó que el proceso en el que supuestamente 8 millones de personas votaron por los candidatos rojo, estuvo apegado a los estándares internacionales y a la legislación electoral nacional, sin hacer ningún tipo de cuestionamiento ni considerar lo que señaló la propia Smartmatic, en boca de su director: “La diferencia entre la cantidad anunciada y la que arroja el sistema es de al menos un millón de electores“, indica el observatorio a través de un comunicado público.
Insisten que el Poder Electoral venezolano descarta la visita de una auténtica observación electoral e invita a organismos parcializados que cumplan con ciertos perfiles políticos que exige el Gobierno nacional para revestir de credibilidad y legitimidad a fraudulentos procesos electorales, lo cual a todas luces se repetirá el 20 de mayo.
“De hecho, el CNE restringió, incluso neutralizó, la observación internacional para configurarla, intencionalmente, en una herramienta insignificante, inocua o simbólica al sustituir el término observación por “acompañamiento” desde las presidenciales de 2006, cambio que quedó plasmado en el Reglamento General de la Ley Orgánica de Procesos Electorales. Pero desde 2006 el CNE”, explican.
Finalmente el Observatorio Venezolano de la Justicia advierte que dicha normativa tiene un rango evidentemente menor a la Constitución y la ley, a partir de la cual se ha tergiversado o desnaturalizado la función que debían cumplir las misiones de observación electoral en los términos de la Declaración de Principios para la Observación Internacional de Elecciones, un acuerdo de carácter internacional que define cómo debe llevarse a cabo el ejercicio de este mecanismo.