El candidato líder en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio, Andrés Manuel López Obrador, eligió la frontera con Estados Unidos para iniciar oficialmente su campaña y mandó un mensaje contundente al presidente estadounidense Donald Trump, diciendo que México no se dejará pisotear por ningún país.
«Vamos a ser muy respetuosos del gobierno de Estados Unidos pero vamos a exigir también respeto a los mexicanos», dijo el domingo en Ciudad Juárez, fronteriza con Texas. «Ni México ni su pueblo van a ser piñata de ningún gobierno extranjero», sentenció entre aplausos.
En tanto, el candidato oficialista del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, optó por iniciar su campaña con un llamado a la unidad de los mexicanos en la ciudad de Mérida, en el sureste del país.
«No perdamos el tiempo en descalificar. México, nuestra casa, no puede estar dividida. Hoy convoco a la unidad de los mexicanos (…) Nadie puede quedarse fuera», declaró.
Con los actos del domingo, quedaron totalmente inaugurados los tres meses de campaña en los que el aspirante izquierdista intentará no perder su clara ventaja _de hasta de diez puntos, según algunas encuestas_ y el resto de candidatos lucharán por un segundo lugar que genere esperanzas de éxito.
Horas después de que Donald Trump volviera a arremeter contra México vía Twitter e insistiera en la necesidad del muro fronterizo, López Obrador, en plena frontera, marcó distancias con el jefe de la Casa Blanca, aunque subrayó que su intención es tratar al país vecino con respeto, el mismo que merecen los mexicanos.
«Reiteramos, que se oiga bien, que se oiga lejos, no es con muros ni con el uso de la fuerza como se resuelven los problemas sociales ni los asuntos de seguridad (…) No vamos a descartar la posibilidad de convencer a Donald Trump de su equivocada política exterior y, en particular, de su despectiva actitud contra los mexicanos», dijo el candidato de izquierda.
En el mitin del candidato de MORENA no faltaron alusiones al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la necesidad de reformarlo _aunque apostó por cerrar el diálogo después de las votaciones_ y propuso reducciones de impuestos en zonas fronterizas. Además, insistió en sus grandes temas de campaña: la lucha contra la corrupción y la violencia.
El aspirante del PRI, tercero en las encuestas y lastrado por los problemas que ha enfrentado el actual gobierno en temas de corrupción e inseguridad, enfatizó su compromiso por liderar un ejecutivo «decente», una idea que están repitiendo todos los candidatos con mayor o menor suerte.
Ricardo Anaya, de una coalición de derecha e izquierda y segundo en los sondeos, lo hizo el viernes durante el primer día que estaba permitido hacer campaña, con un «hackaton» de 12 horas que recordaba el lanzamiento de un Iphone y con el que pretendía enganchar a los jóvenes y desarrollar propuestas de cambio.
«Nosotros no nos vamos a resignar a tener un gobierno corrupto», afirmó durante el evento en una exclusiva zona de la Ciudad de México.
Ese día también comenzó su carrera electoral oficial la independiente y ex primera dama Margarita Zavala con el mismo tema como eje, al defender su candidatura frente a «tres candidatos que representan la política de la trampa y del dinero», dijo en el monumento del Ángel de la Independencia en el centro de la capital mexicana.