El principal problema que viene enfrentando el gobierno venezolano, es la falta de divisas, variable que se escapa de su control y que se profundiza cada día, aún cuando han repuntado los precios del petróleo, con la caída en la producción interna de hidrocarburos, de acuerdo con análisis dado a conocer por ODH Consultores.
Advierten que el 2018 nos presenta un duro panorama en términos económicos. La realidad de nuestra industria petrolera, el desplome de su producción, las deudas, la destrucción del aparato productivo nacional, la disminución significativa de las exportaciones no tradicionales aunado a las sanciones económicas internacionales hacen que el principal reto para el 2018, sea precisamente cómo generar más divisas que puedan darle al Gobierno un poco más de capacidad de maniobra.
Estiman los especialistas que “el menor ingreso de divisas será nuevamente la causa de una contracción de importaciones y mantendrá la incertidumbre en los mercados financieros internacionales. Mientras tanto, la economía sigue en su proceso de ajuste recesivo, escasez y parálisis, sin expectativas claras de que exista un viraje”.
Recuerdan que nuestra principal fuente de ingresos es la industria petrolera, lo que quiere decir que nuestra economía depende en un 94% de las divisas que se generen por esta vía. No es un secreto la situación de la industria en cuanto a la falta de inversión, de su politización, de las deudas y compromisos de pagos que debe afrontar, de la calificación profesional y técnica de sus cuadros; sin dejar de mencionar, los compromisos que se han adquirido por préstamos con China y Rusia, adicional a los contraídos por razones políticas como el caso de Petrocaribe, han hecho que la producción se vea comprometida no sólo por razones técnicas asociadas a la desinversión sino por el necesario cumplimiento de estos compromisos, lo que ha traído entre otras consecuencias, que lo que realmente debería ingresar al país en términos de divisas sea significativamente inferior. Ello sin mencionar el mercado interno.
En su análisis, ODH señala que “de la porción exportada, PDVSA destina una primera porción a pagos de los acuerdos de compensación comercial. En este sentido, la petrolera venezolana tiene comprometidos 70 mil bpd que debe enviar a Rosneft como forma de cancelación de un préstamo por US$1.500 millones en 2016, y alrededor de 100 mil bpd adicionales como parte del proceso de renegociación de la deuda. Estimamos que al menos 100 mil bpd adicionales se destinan a otros acuerdos con otras empresas mixtas”.
Las Proyecciones de ingresos por petróleo
ODH prevé que entre los acuerdos de cooperación energética entre Cuba, Venezuela y Petrocaribe, promedien 50 mil barriles diarios de petróleo aunado a los compromisos en el marco del Fondo Chino, donde se espera se envíen 350 mil barriles diarios de petróleo como parte de los acuerdos de pago con ese país.
“Consolidando el panorama, de los 1,5 millones bpd producidos, solo entre 380 mil bpd y 530 mil bpd, generarían caja en 2018. Esto equivale a levantar entre US$ 9,1 mil millones y US$ 14,1 mil millones en exportaciones petroleras y no petroleras generadoras de caja”.
Sin embargo, la lista de pagos también es larga y comienza con los compromisos de deuda. “En 2018, entre PDVSA, Elecar y la República, se deben cancelar US$ 8,8 mil millones entre capital e intereses. En 2018 las importaciones caerán nuevamente, ubicándose en niveles mínimos para el funcionamiento de la economía. En este caso, esperamos que las importaciones se contraigan en aproximadamente US$ 2,0 mil millones cerrando el año en US$ 15,0 mil millones, las menores importaciones desde 2004. Totalizando entonces, los requerimientos de divisas del Estado serían de US$ 23,8 mil millones. Cerrando las cifras del ingreso de divisas con los requerimientos para 2018, el Estado tiene la necesidad de levantar entre US$ 9.731 millones y US$ 14.677 millones”; una cifra bastante cuesta arriba, considerando el gasto social, el gasto electoral y sobre todo, la indisciplina del Gobierno para el manejo de sus cuentas a nivel interno sin contar, con las restricciones derivadas de las sanciones internacionales, según reseña Fedecámaras radio.