Casi medio siglo tiene el médico pediatra César Isaacura reconstruyendo mundos, rescatando la memoria y desarrollando un género único en el arte venezolano.
Su obra es propia de un orfebre, pues reúne elementos de la artesanía, la arquitectura, la pintura y la fotografía. Solamente falta darles cuerda para que emitan sonidos, prescindibles, puesto que la simple belleza que emanan permite que el espectador gire la manija interna del corazón y escuche el estertor del grito y la naturaleza. Cómo suena el fondo del mar, el guiño de un ojo o el trazo de un pincel.
Esta muestra conformada por 29 obras, nos presentan una visión parcial de su universo creativo. Actúan como un carrusel pleno de vivencias; entusiasmado por visiones disímiles nos trasponen a un mundo personalísimo.
El arte de César Isaacura se caracteriza como expresión y discurso: el mundo se mueve y él lo hace inmutable.
La exposición Nuestro mundo devela la evolución de su trabajo artístico; de sus habilidades y pasión por el arte. No requiere de mayores interlocuciones para posesionarse como genuino y original.
He aquí un nuevo espacio para construir el futuro: la dimensión Isaacura.