Cientos de barriles de crudo han contaminando tres ríos y están afectando a varias especies en el norte de Colombia, tras una fuga que empezó hace 24 días y que todavía no ha sido controlada completamente por la estatal Ecopetrol.
La emergencia ambiental, que afecta al municipio de Barrancabermeja, en el departamento de Santander, se originó en La Lizama 158, un pozo inactivo de donde está aflorando crudo desde el 3 de marzo.
Hasta este lunes habían salido a la superficie aproximadamente «500 barriles de crudo», dijo a la AFP una fuente de Ecopetrol.
Sin embargo, miles de barriles más de agua, lodo y petróleo alcanzaron varios riachuelos de Santander, lo que agudizó la emergencia.
La mancha ya alcanza los 23 km de longitud.
A partir del 12 de marzo se complicó la situación porque «no había contención ni retención (del crudo)», dijo Claudia González, directora de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) a Caracol Radio.
A raíz de las fuertes lluvias, las sustancias se han mezclado con las aguas de las quebradas Lizama y Caño Muerto y del río Sogamoso.
Casi 70 personas que habitan en las márgenes de los riachuelos han debido ser reubicadas de manera preventiva, mientras 1.235 mamíferos, aves y reptiles han sido rescatados de la contaminación, según Ecopetrol.
La pesca se ha visto seriamente afectada.
«No tengo prácticamente nada para comer. Toda la vida hemos vivido del río y la contaminación ya llegó al Magdalena», el principal río de Colombia, afirmó Elkin Cala, un habitante de la zona, al canal Uno de noticias.
La ANLA está investigando la responsabilidad de la empresa en esta emergencia.
«@ANLA_Col procederá a imponer sanciones contundentes y ejemplarizantes a @ECOPETROL_SA por la no actualización de sus planes de contingencia; esta empresa es la responsable de la licencia ambiental y debe responder por su actuación», dijo Luis Murillo, ministro de Medio Ambiente, en su cuenta de Twitter.
Aunque todavía no se han establecido las causas de la fuga, el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, consideró que la emergencia pudo desatarse por «problemas de presión» en el pozo o por actividad sísmica.
La estatal colombiana espera controlar cuanto antes la fuga, aunque según ANLA esta tarea podría tardar dos semanas más.
En la zona hay otros 14 pozos, de los cuales tres están inactivos.