A pesar de la situación del país los barquisimetanos hacen lo posible para mantener las tradiciones religiosas, esas que mantienen al pueblo unidos en la fe de Dios.
Este domingo los feligreses asistieron a las diferentes parroquias de Barquisimeto para recordar el triunfo de Jesús y su entrada a Jerusalén, previo a su pasión, muerte y resurrección.
El Domingo de Ramos es el dia que da inicio a la Semana Santa y pone fin a la Cuaresma.
En las iglesias barquisimetanas conmemoraron este Domingo de Ramos recordando que el mismo pueblo que lo recibió con alabanzas y vítores fue el mismo que lo crucificó.
Misterio Pascual
Esta celebración tiene las dos caras del misterio pascual: la vida o el triunfo de Jesús, mediante la procesión de ramos en honor a Jesús (herencia de la liturgia de Jerusalén), y la muerte o el aparente fracaso a través de la lectura de la pasión de los evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) herencia de la liturgia de Roma.
Ciudad de la paz
Etimológicamente “Jerusalén” significa en hebreo ciudad de la paz; es el centro espiritual de Israel, la ciudad santa. Es el lugar sagrado para los judíos por ser la capital del templo y de su historia. En tiempos de Jesús, Herodes el Grande dotó a Jerusalén de murallas, fortalezas y un nuevo templo. Era la sede de sanedrín, órgano que regía los destinos de pueblo. En las grandes fiestas peregrinaban a Jerusalén miles de judíos.
Jesús entra a Jerusalén montando en un asno, cumpliendo una profecía de Zacarías capítulo 9, versículo 9 que dice: “Alégrate, ciudad de Sión: grita de júbilo; Jerusalén; mira a tu rey que está llegando; justo, victorioso, humilde, cabalgando un burro, una cría de burra” y al llevar a cabo Jesús esta predicción se declaró implícitamente rey. El pueblo le dio la bienvenida con el grito de hosanna, que equivale a nuestro ¡viva! o ¡hurra! ¡Bendito el que viene en el nombre de Señor! (Mateo 21, 9).
Tensión entre Jesús y las autoridades del templo
Este gesto de Jesucristo al comenzar la pascua fue provocador debido a que se había creado hostilidad entre Jesús y las autoridades del templo y más cuando el Señor derriba la mesa de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas. Todo este hecho fue tenido en cuenta para ser motivo de condena.
Liturgia y simbología
La conmemoración de la Pasión del Señor comienza con la bendición y la procesión de los ramos que representan la llegada de Cristo a Jerusalén y son un símbolo que profetizan la entrada de nuestra participación en la gloria de Dios, pero al mismo tiempo resumen el camino del dolor de Jesús para continuar con Él hasta su vida triunfante.
Otro de los símbolos es el color rojo vivo utilizado por los sacerdotes y diáconos en la celebración: simboliza la muerte de Cristo, el mártir por excelencia, por cuanto derramó su sangre por nuestra redención.
Culminada la procesión se proclaman las lecturas referentes a la pasión de Jesús, seguida del comentario realizado por el ministro. Al terminar la misa, los feligreses se llevan las palmas benditas a sus hogares. Se acostumbra colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz. Se recuerda de esta manera que al Señor se le debe dar la bienvenida a nuestro hogar. La teóloga Isabel de Tenreiro expresa: “Con las palmas benditas proclamamos a Jesús como Rey de los cielos y tierra, sobre todo, como nuestro Rey, Dueño y Señor de nuestra vida y de nuestra voluntad. Si no es así, no tiene sentido recoger palmas”.
Lamento de Cristo
El evangelista San Lucas dice que cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén lloró lamentándose que su ciudad capital no había comprendido el mensaje que traía para ella rechazando el ofrecimiento de paz y bendición, pues queda encarcelada en su propia ceguera. Sin embargo Dios respeta la libertad humana porque a nadie impone su salvación.
El Rey de reyes humilde y justo
Jesús manifestó su entrada a Jerusalén de donde más nunca saldrá. Hace su entrada entre las caravanas de los peregrinos que venían a la fiesta de la Pascua y entre las gentes atraídas por el milagro de la resurrección de Lázaro cantan salmos e himnos.
Al Jesús mandar a buscar el asno comprendieron que aceptaba el homenaje entusiasta que el pueblo quería tributarle. Ya sabemos que Cristo rechazó toda aclamación mesiánica triunfalista, pero ahora la busca.
El burro era empleado tradicionalmente en Israel para las manifestaciones de carácter religioso, sobre todo cuando no había sido montado antes por nadie.
El Rey de reyes, no viene montado en una carroza que se utilizaban en esa época o en un caballo indómito amaestrado para la guerra.
Viene sobre un burrito queriendo expresar que él es amigo de la paz, la humildad y la tranquilidad. La intención de devolver el burrito lo muestra como un rey justo y bondadoso.
Alegría del pueblo
El júbilo incontenible de la gente lo impulsa a hacer una alfombra con sus ramos y mantos para que pase Jesús.
De aquí se deriva la costumbre de empuñar un ramo para acompañar al Cristo el Domingo de Ramos. El evangelista San Marcos dice que al entrar el Señor a Jerusalén el gentío exclamaba:
“Hosanna en las alturas, bendito el que viene en el nombre del Señor” La expresión Hosanna significa “sálvanos, por favor”.
Para la reflexión en tiempos de crisis
Esta semana es propicia para reflexionar sobre la situación que viven los venezolanos ante la inseguridad, escasez, desabastecimiento, falta de medicinas, el éxodo de compatriotras a otras latitudes en busca de una mejor calidad de vida.