La psiquis del barquisimetano está sometida a un caldo de cultivo que tiene como ingredientes principales la escasez de efectivo y las constantes fallas en el transporte público. Entre ambos flagelos los ciudadanos de Barquisimeto, Cabudare y otras zonas del estado Lara, se mantienen caminando largos recorridos para llegar a sus trabajos, a sus casas o simplemente hacer diligencias.
Sin efectivo
Desde el martes hasta el jueves el gobierno pagó a pensionados y jubilados en todo el estado y los bancos que por lo general tienen dinero en efectivo (10 mil bolívares diarios) solo atendieron durante esos días el operativo exclusivo para personas de la tercera edad, que arrancó desde las 7 de la mañana. Quien requería efectivo para pagar transporte público, no pudo obtenerlo por las vías normales. Quienes pensaron que luego de que terminaran de pagar a pensionados en todo el país podían conseguir efectivo normalmente en las entidades bancarias, se equivocaron. El viernes a nivel regional no había un solo banco, ni público ni mucho menos privado, con efectivo.
Las mafias del efectivo en el centro de Barquisimeto siguen en sus andanzas. Con la venia de los cuerpos de seguridad comerciantes informales en los alrededores del Manteco en el centro de la ciudad, siguen vendiendo efectivo. Sin embargo, a pesar de tener numerosas pacas de billetes sobre mesas y cajas, quien llega al sitio a comprar efectivo, no corre con suerte. Los vendedores del efectivo no suministran dinero a cualquier mortal que por allí pasa. El equipo de www.elimpulso.com comprobó la situación cuando abordó de manera incógnita a los vendedores de efectivo. Ninguno quiso asumir que vendía dinero. «Aquí nadie vende efectivo», dijeron todos y cada uno de los consultado. No obstante las pacas de dinero seguían exhibiéndose en las mesas del Manteco. Policías y efectivos de la Guardia Nacional recorrian el lugar sin preguntarse o preguntar ¿Por qué tenían ese dinero en efectivo allí?
Paradas desoladas
Las paradas ya no tienen centenares de personas esperando autobús. Los barquisimetanos entendieron que para poder llegar a su destino hay que caminar, una actividad que se ha hecho habitual entre los ciudadanos quienes en horas pico pasan más trabajo para poder llegar a sus destinos. Tanto a primeras horas de la mañana como al final de la tarde son las peores horas para los ciudadanos de a pie.
Las paradas que nunca cambiaran su cara serán las ubicadas en la Av. Vargas en donde los ciudadanos esperan transporte tanto para Cabudare como para el oeste de Barquisimeto. Si antes debían esperar horas para poder tomar un autobús, ahora la situación es desesperante. Caras incomodas, sudadas, visiblemente molestas son las más comunes en esos sitios.
Rutas reducen recorridos a la mitad
Los pocos autobuses que están trabajando acortaron los recorridos y por ende quien quiera tomar una unidad colectiva debe, en la mayorías de las veces, pagar dos y hasta tres pasajes.
Por ejemplo la ruta 5 que en una situación normal y desde hace al menos 15 años cubría un largo recorrido desde la calle 64 en el oeste de Barquisimeto hasta la urbanización El Ujano en el este, ahora solo cubre la mitad de su tramo. Quienes viajan desde el oeste solo llegaran hasta la calle 43. Si va hacia el este debe tomar otro autobús y viceversa.
Para ir y regresar de este a oeste el barquisimetano de a pie debe tener al menos 12 mil bolívares en efectivo, porque el precio del pasaje se ubica en 3 mil bolívares, decisión que de manera unilateral tomaron los transportistas que cubren rutas urbanas. Ni hablar de los que prestan servicios hacia Cabudare, Quíbor, Sanare u otro municipio foráneo.
Vaticinan el fin del transporte para finales de Abril
Las personas en las paradas aseguran que hasta finales del mes de abril habrá transporte público en Barquisimeto. Conductores de la ruta 7 aseguraron al equipo de www.elimpulso.com que en la línea que tenia 120 autobuses solo quedan trabajando 10.
En la ruta 5 ocurre lo mismo. De esta asociación civil de conductores, quizás la más grande de Barquisimeto, solo quedan 25 autobuses prestando servicios.
Promesas y más promesas
Mientras tanto, las promesas de la gobernadora Carmen Meléndez en la última reunión con el gremio de transporte, quedó en eso, promesas. Según el secretario general del Sindicato de Transporte, Giovanni Perozo, solamente se ha distribuido el aceite para motor que se habló durante la reunión. Sin embargo, la venta del aceite ha sido lenta. Solo dos carros diarios a un parque automotor de más de 100 unidades colectivas. Los cauchos, baterías y otros repuestos brillan por su ausencia.
El más afectado en toda esta situación es el usuario. Quien se ve obligado a reprogramar sus diligencias, caminar o en el peor de los casos no asistir a sus actividades estudiantiles o laborales.