En una especie de «déjà vu», el Congreso peruano dominado por la oposición fujimorista votará este jueves si destituye o no al presidente Pedro Pablo Kuczynski, acusado de haber mentido sobre sus lazos con la empresa brasileña Odebrecht.
Por segunda vez en tres meses, Kuczynski corre el riesgo de ser cesado por el Congreso por «incapacidad moral» y convertirse en el primer presidente en perder su puesto por el caso Odebrecht, compañía que admitió haber pagado decenas de millones de dólares en sobornos en varios países latinoamericanos para lograr contratos de obras públicas.
Los analistas evitan pronosticar el resultado de la votación en el Congreso, anticipando que en cualquier caso será estrecho, mientras la oposición acusa al gobierno de intentar «comprar» votos para evitar la destitución.
La incertidumbre política, en tanto, muestra signos de estar afectando a la economía peruana.
Kuczynski, un empresario y banquero de 79 años con experiencia y amigos en Wall Street, ha afirmado que nunca recibió un pago ilegal de la compañía brasileña.
«Yo no creo que va a pasar (la destitución), pero sería un golpe de Estado», afirmó el presidente en una entrevista publicada el domingo.
Además, el mandatario ha dicho que está «tranquilo» y que «el jueves nos irá bien», pero sus adversarios confían en que conseguirán los 87 votos necesarios para destituirlo, de los 130 miembros del Congreso unicameral.
La amenaza de destitución ha generado incertidumbre en el país que será anfitrión en abril de la Cumbre de las Américas, a la que asistirá el mandatario estadounidense Donald Trump y una treintena de gobernantes. Hasta el venezolano Nicolás Maduro ha dicho que acudirá a este cónclave, aunque Lima lo eliminó de la lista de invitados.
Moción lanzada tras indulto
Kuczynski enfrenta el mismo escenario luego de que sobreviviera a una primera moción de «vacancia» presidencial el 21 de diciembre gracias al sorpresivo apoyo de un sector del fujimorismo.
El presidente expondrá sus descargos ante el Congreso el jueves a partir de las 09H30 locales (14H30 GMT). Luego habrá una exposición de su abogado, Alberto Borea, antes de que los legisladores inicien un debate que podría demorar varias horas para luego proceder a votar la moción.
Dos partidos minoritarios de izquierda lanzaron el pedido de vacancia después de que Kuczynski indultó al exgobernante Alberto Fujimori en Navidad. Sin embargo, el documento presentado al Congreso el 8 de marzo menciona solo las «mentiras, engaños y graves conflictos de interés» ante Odebrecht y no el indulto como causal de la destitución.
Esto le granjeó el apoyo a la moción del partido Fuerza Popular (derecha populista), la mayor fuerza política del país, que lidera Keiko Fujimori, la hija del exgobernante. El jueves pasado 87 legisladores aceptaron que la moción sea debatida por el plenario.
«Estamos viviendo un panorama complicado porque la economía está sintiendo el impacto de la inestabilidad política ligada al presidente», dijo a la AFP el economista Jorge González Izquierdo, quien explicó que la economía nacional está creciendo en los últimos meses por debajo de las previsiones.
Sucesión
Si el Congreso aprueba la vacancia, corresponde que asuma el poder el primer vicepresidente de Perú, Martín Vizcarra, para que complete el actual periodo de gobierno, en julio de 2021.
El oficialismo esperaba que Vizcarra, quien ejerce como embajador en Canadá, manifestara su intención de no aceptar el mando, algo que ya prometió la segunda vicepresidenta, Mercedes Aráoz.
Sin embargo, Vizcarra ha sido ambiguo, diciendo solo que respetará la Constitución, y los analistas creen que está dispuesto a asumir la presidencia.
Si ninguno de los dos vicepresidentes aceptara asumir el mando, lo debería hacer el presidente del Congreso, el fujimorista Luis Galarreta. Éste tendría que convocar a nuevas elecciones, escenario que ningún partido desea en momentos de desprestigio de los políticos por los escándalos de Odebrecht.
Un sondeo de la firma Ipsos reveló la semana pasada que el 58% de los peruanos cree que Kuczynski debe ser destituido, contra un 37% que estima que debe seguir hasta 2021.
Kuczynski está en el ojo del huracán desde que en diciembre Odebrecht reveló que había pagado casi cinco millones de dólares por asesorías a empresas ligadas a él mientras era ministro. Hasta entonces había negado todo lazo con la constructora.
Odebrecht admitió además que hizo aportes de campaña en 2006 y 2011 a los últimos cuatro ocupantes del sillón presidencial peruano, incluido Kuczynski, y a Keiko Fujimori, pero todos ellos lo niegan.