Acerca de la conformación del Frente Amplio Venezuela Libre, capítulo Lara, tres reconocidos politólogos de la entidad ofrecieron sus puntos de vista sobre lo que parece aglutinar a diferentes sectores de la sociedad civil, además de partidos políticos, en miras de un cambio político, económico y social.
Para Ricardo Ríos se trata de una iniciativa interesante, necesaria y loable.
“Lo bueno: es una amalgama que va más allá del «GX» de la MUD. Ojalá se consolide. Lo malo: Aún no se muestra una ruta propuesta”.
A juicio de Yosbert Vásquez se trata de una organización sin estructura funcional, sin objetivo meta claramente definido y sin un plan de acción, es una organización fallida.
“Parece un intento de migración de la MUD a algo menos malo. Un(a) frente sin cerebro”.
Y agrega “nunca hubiese pensado que esa plataforma invertebrada había nacido para recuperar la confianza de los venezolanos. El hilo discursivo de sus miembros cuarto-republicanos se direcciona más al descrédito de otros opositores”.
Doriam González opina que cualquier alternativa que esté al servicio de recuperar la confianza de los venezolanos para adversar el autoritarismo debe contar con dos premisas básicas: estrategia y táctica.
“Desde el punto de vista estratégico el frente no ha dilucidado ante la opinión pública cuales son las acciones que definirán la materialización de la salida del régimen que tanto profesan. Desde el punto de vista táctico, deben procurar un esquema lo suficientemente flexible para que los actores político partidistas no tengan la necesidad de «robarse el show» como naturalmente ocurre”.
González explica que toda vez que definan el esquema estratégico y su aplicación táctica es conveniente hacer el diagnóstico de la coalición de poder que sostiene a Nicolás Maduro, de manera tal que dediquen esfuerzos a fracturarla o convertirse en amenaza creíble para intentar dispersarla.
Sostiene que es menester que se mire en perspectiva cómo hacer que el apoyo de la comunidad internacional se traduzca en movilización ciudadana de cara a la acción política, en varios escenarios se ha usado como instrumento para la desmovilización de la misma.
“Los elementos orgánicos deben estar concentrados a movilizar la opinión pública, no a atomizarla. Las actitudes «audaces» deben dar paso a las acciones conjuntas”.
Según el politólogo el autoritarismo y el totalitarismo se combaten con democracia y para eso son necesarios todos los venezolanos.
“Lo contrario le da ventaja táctica al adversario porque estarías luchando en su terreno”.