Colombia necesita de ayuda internacional de manera urgente para atender una «catástrofe» humanitaria en su frontera ante el éxodo de venezolanos que huyen de su país por hambre, afirmó el lunes un alto funcionario de Naciones Unidas.
David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos, dijo que los desgarradores reportes que escuchó de los inmigrantes venezolanos hacen que crear consciencia sobre esta crisis humanitaria sea una prioridad urgente.
«Esto puede convertirse en un desastre absoluto de proporciones nunca antes vistas en el hemisferio occidental», dijo Beasley en una entrevista después de una visita de dos días a la ciudad fronteriza de Cúcuta, en donde habló con los migrantes venezolanos.
«Pregunté: ‘¿Por qué están aquí?’ y la respuesta que me dieron fue ‘No tenemos comida’. Y dijeron ‘Aunque tuviéramos dinero, no hay comida'», relató Beasley. «No creo que la gente de todo el mundo esté al tanto de lo mal que está la situación y lo mucho que podría empeorar».
Debido a la galopante inflación y al desabasto de alimentos y medicinas de Venezuela, cada vez más de sus ciudadanos se suman al éxodo que ha creado alarma en toda Latinoamérica. Grupos independientes estiman que entre tres y cuatro millones de venezolanos han abandonado su país en los últimos años, y que tan solo en 2017 salieron varios cientos de miles.
Beasley, quien habló sobre la crisis con el presidente colombiano Juan Manuel Santos, dijo que lo ideal sería que Naciones Unidas y las agencias internacionales atacaran el problema trabajando desde el interior de Venezuela. Pero esa no es una opción por el momento, debido a que el mandatario venezolano Nicolás Maduro ha rechazado en repetidas ocasiones las ofertas de ayuda humanitaria, a las que describe como un intento de Estados Unidos y otros países de desestabilizar su gobierno en medio de los llamados de oposición para derrocarlo.
En lugar de ello, Beasley exhorta a Estados Unidos y otros países a proporcionar ayuda financiera a Colombia, a donde llega el mayor número de migrantes venezolanos. Dijo que el gobierno colombiano goza de la confianza de la comunidad global, lo que no sucede con Maduro.
Desde el final del año pasado, el Programa Mundial de Alimentos, con sede en Roma, ha ayudado a alimentar a casi 2.000 personas en Colombia, al trabajar principalmente con caridades cristianas. Se planea un programa más extenso, pero Beasley señaló que probablemente se enfoque en niños y mujeres embarazadas. Indicó que podría incluir distintos enfoques, que irían desde los pagos en efectivo hasta la entrega de productos básicos para la alimentación de los inmigrantes.
El Programa Mundial de Alimentos atiende a 80 millones de personas al año en todo el mundo, dos terceras partes de ellas en zonas de conflicto. Ha estado presente en Colombia durante años, enfocándose en alimentar a los desplazados por la guerrilla, un conflicto de medio siglo que está menguando. Además, el programa colabora con el gobierno para ayudar a lograr el objetivo de erradicar la desnutrición antes del año 2030.
Los problemas en Venezuela no se deben a un conflicto armado, pero la crisis tiene el potencial de empeorar gravemente, declaró Beasley. Destacó que la emergencia alimentaria en Siria comenzó a pequeña escala y que ahora demanda la asistencia de la ONU para ayudar a alimentar a 6 millones de personas al día en un país con una población menor a la de Venezuela.
«Colombia ha progresado mucho en los últimos años para alcanzar la paz y lo último que necesita en este momento es que todo ese éxito se revierta», dijo Beasley, exgobernador de Carolina del Norte. «Así que les expresaré a otras naciones la gravedad de esta crisis y por qué deben venir a ayudar de inmediato al pueblo colombiano».