Por arribar nuestra amada institución, hoy 7 de marzo, al VIII Aniversario de su fundación oficial y al X Aniversario, desde que decidimos conformar una sólida organización que cumpliera con realizar una correcta contraloría social aportando las soluciones pertinentes, que de ser oídas, pudiesen minimizar la grave problemática que constantemente se acentúa;con vuestro permiso comienzo este artículo con unas palabras que pronuncié, durante el evento que consolidó la fundación de la “Red de Instituciones Larenses”; allá, cuando salimos en defensa de nuestra Alma Mater, La Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, y la Dra. Beatriz Elena García Carmona tomó para sí el reto de hacer realidad la idea de don Lino Palencia de constituir una organización que agrupara la sociedad civil del estado. Cito:
“Insto a ustedes a que realicen una profunda reflexión sobre el siguiente pensamiento”:
“La instrucción es la felicidad de la vida; Y el ignorante, que siempre está próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, se precipita luego inefablemente en las tinieblas de la servidumbre”.
Simón Bolívar.
Carta a María Antonia Bolívar, Lima a comienzos de abril de 1.825.
Antes de alegar derechos, tenemos deberes que cumplir. Es la forma más expedita para alcanzar las metas que conlleven al rescate de la democracia y de la libertad, al logro del ansiado bienestar social. No escogimos el momento para nacer, pero si podemos construir un país donde nazca y crezca nuestra descendencia en un ambiente de paz, seguridad y de prosperidad.
La vida no es un compendio de derechos, también es el cumplimiento de nuestras obligaciones. Porque, como expresó Alessandro Manzoni (7-3-1.785/22-5-1.873; fue un poeta y narrador italiano): “No existen deberes innobles”.
La mayor ambición que podamos tener es la de cumplir con nuestro deber, para así poder gobernar al espíritu que es la verdadera posesión.
La excesiva libertad conduce a la anarquía y, el sendero del deber mientras es más escabroso conlleva a mayores y mejores satisfacciones, a los grandes honores; simplemente, porque es el ejercicio de la virtud.
Si cumplimos con nuestro deber, jamás seremos esclavos del poder impuesto por la fuerza.
Esta satisfacción está vinculada con la perseverancia y constancia. Si nos pusiéramos a escribir la lista de cosas y propósitos que hemos comenzado y que no hemos terminado, obtendríamos nuestro índice de perseverancia y seguramente sería bajo.
Cuantos deseos de mejorar, cuantas actitudes negativas que queremos erradicar etc. aparecerían en una lista de aspectos sin terminar. Pero también aparecerían esos momentos en que nos esforzamos hasta terminar algún trabajo y la satisfacción de haberlos terminado.
Allí,está la satisfacción de su cumplimiento; donde se forja la voluntad, donde se fortalece y entrena nuestro ánimo para las cosas que puedan requerir más esfuerzo. Es donde se esconden las pequeñas alegrías que hacen felices a nuestros días.
“Es la perseverancia hecha vida.”
Lo que hay que hacer se hace. Puede que alguien haya encontrado otro tipo de satisfacciones, pero nuestra inteligencia, nuestra fortaleza y perseverancia nos hacen que se termine aquello empezado y se superen las aparentes dificultades dando paso a ese sentimiento tan merecido que se tiene cuando se cumple con el deber. ¡Es el cansancio alegre!
Hemos llegado a agrupar a más de 53 instituciones…
Venezuela es la Institución… ¡Tenemos una Patria por delante!