El financiamiento de un comedor para niños El Hatillo en Caracas, fue otorgado a la delegación de la Universidad Metropolitana por parte TheResolution Project, aliado de Harvard NationalModelUnitedNations (HNMUN), en la 64 edición realizada en Boston, donde también obtuvieron el reconocimiento como la Mejor Delegación Internacional.
Los recursos para este proyecto que lleva por nombre “Nutriendo el futuro”, el cual ya tiene un mes en funcionamiento, se obtuvieron gracias a la gestión realizada por los mentores de la delegación de UniMet, Samuel Díaz y Laura Morey.
Los representantes de la Unimet lograron el apoyo monetario luego de que su propuesta fuera seleccionada durante el Social Venture Challenge organizado por TheResolution Project. El Social Venture Challenge es un programa que permite a los delegados de HNMUN formar equipos y presentar sus planes para iniciativas sociales reales, que tengan un impacto en sus comunidades locales. Los ganadores del Social Venture Challenge son nominados para ser ResolutionFellows.
Recibirán fondos iniciales y asesoramiento para el emprendimiento.Ya hay más de 150 ResolutionFellows en los 6 continentes que trabajan en campos diversos y de alto impacto, como educación, salud, derechos humanos, recursos hídricos y sostenibilidad.
Los estudiantes de la Universidad Metropolitana decidieron, frente a la crisis económica y social que padece el país, unirse y crear un comedor solidario ubicado en el sector El Calvario del municipio El Hatillo, dirigido a niños de escasos recursos económicos.
Además de Laura Morey y Samuel Díaz, quien también fue presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Unimet, son promotoras de esta iniciativa las estudiantes Mónica Zambrano, consejera académica de la Unimet, Ana Cristina Romano yAna Luisa Ciordia.
“Nutriendo el futuro”replica la idea de Roberto Patiño, creador del programa Alimenta la solidaridad, a través del cual se brinda apoyo en materia de alimentación a comunidades del municipio Libertador. La propuesta de los estudiantes de la Unimet, tiene además, la particularidad de que brinda a los niños una cena para garantizar que no se vayan a la cama con el estómago vacío.
Según explicó Samuel Díaz este es un “modelo de corresponsabilidad en el cual nosotros proveemos los insumos, mientras que miembros de la comunidad cocinan y atienden a los niños, que deben llevar consigo sus platos y cubiertos”.
El comedor solidario beneficia diariamente a entre 60 y 70 niños de la localidad.