La cosecha nacional de café para este año se estima en 450.000 mil quintales, volumen que representa apenas el 18,75% del consumo nacional, estimado en 2 millones 400 mil quintales, lo que pone en evidencia que el Gobierno tendrá que importar 1 millón 950 mil quintales para satisfacer las necesidades del mercado.
La caída en la producción nacional de este rubro se ha generado principalmente, por la falta de rentabilidad debido a una regulación de precios, que prácticamente ha hecho desaparecer el 80% de la población de caficultores que existía décadas atrás en Venezuela, ya que como consecuencia de las políticas erradas aplicadas a este cultivo, la caficultura en Venezuela fracasó, quedando de los 85.000 caficultores que existían en todo el país, apenas unos 40.000 productores, cifras que se dieron a conocer en el marco del II Taller para Periodistas, organizado por la Confederación de Asociaciones Agropecuarias, Fedeagro.
Correspondió la exposición sobre el rubro Café, al director sectorial, Pedro Vicente Pérez, quien durante la presentación hizo un recorrido por todo el proceso, que va desde la siembra de los viveros, hasta el transplante de la mata de café, que comienza a producir pasados los cuatro años, admitiendo que Venezuela es el país más atrasado en cuanto a las técnicas para el beneficio del grano, por lo que en cada cosecha se pierde entre 15% a 20% en este procedimiento.
Ratificó que mientras en el año 2012 la cosecha estuvo en el orden del millón de quintales, se estima de manera optimista que para este año puedan obtenerse 450.000 quintales, recordando que décadas atrás el café fue uno de los rubros de exportación, a través del cual se generaban divisas para el país.
Recordó Pérez que en estos momentos, el Estado venezolano tiene bajo su control, un total de 9 plantas torrefactoras de café, las cuales en su gran mayoría están paralizadas, todo lo cual ha incidido en el encarecimiento en los precios del producto a nivel del consumidor.
Especulación
Por otra parte, Pérez denunció que existe una gran especulación con la venta de café en las cafeterías, donde se está cobrando hasta 100 mil bolívares por un café, cuando el precio real no supera los 2.594 bolívares la taza, por lo cual hizo un llamado a las autoridades para que se aboquen a investigar esta situación, porque al final del día los afectados son los caficultores, ya que los consumidores con un precio tan oneroso dejan de consumir el producto.