Representantes de la sociedad civil, partidos políticos, organizaciones sindicales, académicos, entre otros sectores, sostuvieron un encuentro en el aula magna de la Universidad Central de Venezuela con el fin de alzar su voz de protesta ante la difícil situación que vive Venezuela.
La bienvenida al acto fue hecha por la rectora de la UCV y presidenta de la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (AVERU), Cecilia García Arocha, quien aseguró que «Venezuela unida no se rinde» y por eso pidió que cesen los intereses particulares y se imponga la lucha colectiva por el bien del país y sus ciudadanos.
El ciclo de intervenciones inició con las organizaciones sindicales, quienes enviaron un mensaje a todos los trabajadores venezolanos de esperanza y de lucha.
José Bodas dirigente sindical de los trabajadores petroleros, criticó la actual situación económica del país y lamentó que la capacidad de compra de los venezolanos haya mermado por culpa de las malas políticas implementadas por el gobierno.
Afirmó igualmente que este gobierno no lucha por los trabajadores y sostuvo que será el pueblo venezolano unido quien derrotará a la «tiranía».
Por su parte, Pablo Zambrano, representante de los trabajadores de la salud, expresó que «nos corresponde luchar, nos corresponde unirnos, es hora de fortalecer una unidad superior para salir de esta dictadura».
Marco Ruíz secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), en su discurso aseguró que el compromiso es con la verdad por muy incómoda que sea y esa es la principal contribución que pueden dar los periodistas para concretar un cambio de modelo en el país.
“Los periodistas hoy nos comprometemos a documentar la violación de DDHH, a documentarla crisis en el país porque este Gobierno ha buscado silenciarnos ¡No van a poder con nosotros!”, sentenció.
La educación comprometida
Raquel Figueroa representante del Magisterio venezolano indicó que los docentes no están dispuestos a seguir viviendo en condiciones inhumanas por lo que es hora de cambiar al país.
«Estamos comprometidos con una educación que enseñe a pensar y no permitiremos que se imponga una educación que enseñe a obedecer», dijo.
Del mismo modo, hizo presencia el Movimiento Estudiantil, quienes resaltaron que «aunque el tirano parezca más fuerte, vil y despiadado, cada día hay más jóvenes que se llenan de fuerza para superar las barreras de la dictadura».
Rafaela Requesens, presidenta de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, destacó que su generación lo que sabe de democracia lo han visto es en los libros de historias y en los cuentos de aquellas personas que si lo vivieron.
«Pese a no conocer lo que es democracia, el Movimiento Estudiantil ha salido a luchar por algo que nunca han visto, pero está deseoso de conocer. Por eso fueron fundamentales la generación del 28, del 58 y ahora seremos protagonistas la generación del 2018», dijo.
Respeto mutuo
El tercer bloque de intervenciones inició con el dirigente político Nicmer Evans, quien indicó que a pesar de tener ideologías distintas, están todos unidos por el restablecimiento del Estado de Derechos, de una Constitución que fue violada.
“Si creemos profundamente en la unión debemos tender la mano a aquellos que todavía están secuestrados por el madurismo”, opinó.
El rector de la Universidad Católica Andrés Bello, padre José Virtuoso, habló en nombre la iglesia Católica, como testigo, desde el compromiso de la Iglesia, para desterrar la opresión, la tiranía y la dictadura.
En este sentido, recordó el pronunciamiento de la Conferencia Episcopal Venezolana, sobre las elecciones presidenciales, indicando que Venezuela requiere cambiar su condición de vida.
“Hoy la iglesia venezolana decide construir la gesta de la unidad nacional en defensa de la vida de todos los venezolanos», dijo.
Proclama
Esta es la proclama leída hoy en el Aula Magna de la UCV para cerrar el gran acto de la Sociedad Civil:
VENEZUELA UNIDA NO SE RINDE
¡Es hora de cambiar!
Venezuela, cuánto dolor se acumula en el sufrimiento de tus hijos, cuánta miseria, cuánta hambre, cuánta ruina material, institucional, moral y humana va dejando a su paso el delirio fanático de imponer a tu gente —al obrero, al profesional, al técnico, al estudiante, al ama de casa, al maestro, al universitario, al industrial, al comerciante, al cuentapropista, al agricultor, al desempleado, en fin, a quienes sobrevivimos en tu suelo— un régimen político y económico abiertamente en contra de la democracia, el progreso y la libertad.
Nunca, en la última centuria de nuestra historia, habíamos padecido una catástrofe similar, ni habíamos tenido por delante la amenaza de continuar empeorando, pues quienes se enquistaron en el poder son incapaces de cambiar y pretenden perpetuarse como sea. El fraude constituyente es la máquina infernal encargada de sepultar la soberanía popular y el voto libre, pretendiendo acabar con la escasa institucionalidad democrática que queda y con la vigencia de la Constitución.
Los que hoy estamos aquí, representantes de esa Venezuela empobrecida pero honesta y valiente, hemos decidido sobreponernos a fracturas, éxodo, división, desesperanza y tristeza para convocar a la Unidad Nacional; a sumar esfuerzos para derrotar al gobierno encabezado por Nicolás Maduro y evitar la continuación de esta espantosa tragedia humana. No hay más tiempo para quienes dilapidaron la más grande fortuna que nos ha proporcionado la renta petrolera y ahora también la explotación del arco minero. No hay más tiempo para la autocracia y el hambre.
Este acto y este manifiesto son un compromiso con el futuro y con el cambio político, con la justicia, la libertad, la igualdad, la democracia y la dignidad. Desde ya comenzaremos a dar nuestra contribución para crear el ánimo, el espíritu y la fuerza que puedan hacer realidad los deseos de cambio de nuestro pueblo.
Exigimos la inmediata activación de la ayuda humanitaria en alimentos y medicinas, así como la aplicación de una política económica que acabe con la hiperinflación y la especulación destructoras del poder adquisitivo de nuestros ingresos, que favorezca el desarrollo productivo, la multiplicación del empleo decente y mejore sustancialmente los salarios reales. Una política que proporcione recursos suficientes para garantizar educación de calidad, un amplio y eficaz sistema de seguridad social y servicios de salud seguros y eficientes.
En fin, asumimos el compromiso de transformar el país de este lugar inhóspito y hostil que es hoy en un espacio para la vida, la alegría, el estudio, el trabajo enaltecedor, la convivencia y la solidaridad que pueda traer de nuevo a nuestro suelo a los millones de compatriotas que han huido de esta catástrofe, y dar la libertad plena a presos políticos, perseguidos y judicializados.
Venezuela unida no se rinde y exige que se restablezca la institucionalidad democrática, el equilibrio de poderes, la plena vigencia de la Constitución. Es la hora del cambio, la hora del protagonismo del pueblo, del ejercicio libre del derecho al voto, con un árbitro imparcial y en las condiciones y plazos previstos en la ley, que permita votar para elegir. Es la hora de impulsar y darle fuerza a formas organizativas unitarias e incluyentes cuya conformación resulte de un amplio consenso.
Desde el Aula Magna de esta casa que vence la sombra, invocamos la rebeldía y el espíritu libertario de la generación de 1928, aquella que sembró la esperanza democrática en la lucha contra la dictadura de Gómez. Hacemos nuestras las banderas de la juventud, del movimiento estudiantil, del movimiento obrero, de los partidos democráticos y de los soldados que unidos hicieron posible la derrota de la dictadura de Pérez Jiménez en 1958. La hora de los cambios contra toda imposicióndespótica y autoritaria ya está andando. Aquí nadie se rinde. Convocamos a quienes comparten estas ideas a la activación inmediata para reestablecer la plena vigencia de la Constitución y emprender la irrenunciable tarea de reconstruir el país.
Que los jóvenes y los profesionales refuercen su arraigo en nuestra maravillosa tierra y se sumen a esta noble y titánica tarea. Que las mujeres continúen en su insustituible actitud de valentía ante la injusticia y en defensa de la familia y de los valores. Que las universidades profundicen su esencia como espacio de la pluralidad de pensamiento, del saber científico y humanístico al servicio de la nación. Que los partidos políticos expongan sus mejores análisis y propongan nuevas iniciativas para luchar juntos. Que los ciudadanos nos organicemos más y mejor para plasmar en la realidad el protagonismo social y la autonomía popular. Que los sindicatos, colegios profesionales y gremios multipliquen sus iniciativas en defensa de sus afiliados y de los trabajadores en general. Que los industriales, agricultores y comerciantes afiancen su determinación de continuar elevando las capacidades productivas en el marco del rescate de nuestra soberanía económica y de la satisfacción de los requerimientos de la población.
Saquemos las mejores fuerzas de nosotros mismos para abrir los caminos del progreso, la democracia y la libertad. Vayamos a la lucha por salir de este nefasto gobierno.
Venezuela unida NO se rinde
El cambio es por una vida digna, progreso y libertad
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