Cuatro de cada diez venezolanos tienen planes para irse del país en los próximos 12 meses para huir de crisis económica, de acuerdo con un estudio de la encuestadora Datos Group.
“La gente se va porque no puede comer”, dijo este lunes Luis Maturén, director de la empresa, a la AFP.
Los venezolanos enfrentan una crisis que combina escasez de todo tipo de bienes básicos y una hiperinflación que según el FMI podría subir a 13.000% en 2018.
La migración se relaciona con la búsqueda de ingresos en moneda extranjera para mantener a los miembros del grupo familiar que se quedan en el país.
En la actualidad las remesas se ubican en unos 289 millones de dólares al año, lo que equivale al 0,1% del Producto Interno Bruto, de acuerdo con la investigación.
“42% viene de Europa y 40% de Norteamérica y vamos a ver un incremento de Latinoamérica”, indicó Maturén.
El sondeo estima que unos tres millones de venezolanos reciben dinero de familiares en el extranjero, lo que representa 14% de la población. Además, 5% dijo que había recibido medicinas y alimentos del exterior, señaló el encuestador.
El volumen de remesas de Venezuela aún es bajo, pero los pronósticos apuntan a que para 2018 se duplique, añadió Maturén. A su juicio, la pérdida de poder adquisitivo divide al país entre quienes reciben divisas y los que sobreviven con bolívares.
La crisis política no figura entre las principales preocupaciones de los venezolanos. “La prioridad es sobrevivir, pues 40% manifestó como principal preocupación el alto costo de la vida y 29% el desabastecimiento”, afirmó el experto.