• La sardina en lata (hoy escasa y cara) y la historia tienen mucho parecido. Si no se digieren bien, se repiten.
• Ahora bien, si te gusta el manguareo o lograr las cosas sin mucho trabajo, así como hacer del “cuánto hay pa’eso” una institución, muy posiblemente el tipo de socialismo que hoy nos agobia, sea para ti lo más conveniente.
• Cuando en la vida se nos hace difícil sostenernos de pie, arrodillarnos (para orar) parece ser una manera viable de levantarnos.
• Por la medida chiquita, 7 de cada 10 venezolanos piensan que vamos por mal camino. Los 3 que no lo ven así solo tienen ojos para ver las bolsas Clap.
• Los políticos son el castigo de Dios por nosotros estar creyendo en promesas de hombres.
• La lengua, y su hermana mayor la boca, son castigo del cuerpo por lo que dejan salir y lo que dejan entrar.
• Siempre se ha dicho que la distancia más corta entre tú y yo es una sonrisa. Así que, ¡sonríe! La vida es bella aun en su fealdad.
• Los privados de libertad (una manera eufemística para no llamarles como popularmente se le conocía ) se fugan de una cárcel para encarcelarse en la calle.
• Debido a la crisis, e igualmente para que escaseen también las ideas, tenemos prohibido pensar por cuenta propia. El gobierno quiere que pensemos por cuenta de él. A fin de cuentas, nosotros no contamos, pero sí pagamos las deudas.
• Si el sentido común fuese más común (entre nosotros, digo) desde hace tiempo hubiésemos salido de esta pesadilla.
• A futuro veremos más uniones entre personas del mismo sexo. Quizá la bien conocida declaración del juez: “ les declaro marido y mujer”, se convierta en obsoleta. Y tampoco será de su incumbencia el preguntar cuál será el rol de cada quien o si, de vez en cuando, habrá intercambio de roles.
• Con el éxodo de tanto talento joven en nuestro país, la educación la vemos viajando a la velocidad de la luz, y a la ignorancia a la velocidad de la oscuridad( a quien Corpoelec, por cierto, a cada rato le tiende una mano).
• Al olvidarnos de nosotros mismos, estamos abriendo espacios para acordarnos de otros.
• Quien nunca ha tenido nada y se lo guarda, no lo pensemos egoísta. Más bien humilde.
• Las caídas se hacen importantes cuando desde el fondo rebotamos más alto.
• Se nos fue febrero. Ya en plena Cuaresma, es bueno tener presente lo que el Miércoles de Ceniza nos recordaron: “de un polvo venimos, y a ese polvo regresamos”.
• La unidad, la educación, y la disciplina han sido parte del milagro Japonés. En nosotros la desunión, la ignorancia, y el desorden, nos tienen al borde. Nos vemos por ahí.
