El Mobile World Congress (MWC), organizado por el consorcio global de operadores de telecomunicaciones GSMA, abrió sus puertas este lunes en Barcelona por cuatro días, durante los cuales mostrará las innovaciones del sector.
El MWC fue inaugurado la mañana del lunes por una visita del rey de España, Felipe VI, en un contexto todavía tenso entre Madrid y los independentistas en Barcelona, tras la fallida declaración de secesión en Cataluña del 27 de octubre.
La noche del domingo, dos manifestaciones, ambas con varios centenares de personas, se pronunciaron a favor y en contra de la monarquía en la capital catalana.
El MWC, donde los gigantes de las telecomunicaciones lanzan sus productos de última generación, espera recibir más de 100.000 visitantes. Su impacto económico es fundamental para España, ya que generará, según sus organizadores, más de 471 millones de euros.
Los visitantes podrán ver en esta ocasión los avances de la muy esperada tecnología de la 5G, una conexión móvil que acelerará exponencialmente la transmisión de datos.
Las novedades en materia de inteligencia artificial o del internet de las cosas, es decir, objetos conectados que se comunican entre sí o con el usuario, serán también omnipresentes.
En un contexto marcado por la baja de las ventas de los teléfonos inteligentes a nivel mundial a fines de 2017, según el gabinete especializado Gartner, unos 2.000 expositores, operadores, industriales, fabricantes de teléfonos móviles o empresas emergentes, venidos de 200 países, mostrarán las principales tendencias.
Representantes de organismos españoles u organizaciones internacionales estarán presentes en esta edición, como el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim; del ente regulador de las telecomunicaciones de Estados Unidos, Ajit Pai; o el comisario europeo a cargo del mercado digital, Andrus Ansip.
Fabricantes de automóviles (Ford, BMW…), el aeronáutico Airbus, o ligas deportivas, de fútbol o la NBA, están presentes en los pasillos del congreso.
Contrariamente a las ediciones precedentes, solo un fabricante de teléfonos móviles, el número uno Samsung, presentó su nuevo modelo de alta gama bandera: el Galaxy S9.
El WMC tiene lugar a pocos meses de la tentativa secesionista en Cataluña de octubre, que generó una inestabilidad política que empujó a más de 3.000 empresas a sacar sus sedes sociales de esta región del noreste de España.
El evento no escapó a las tensiones: la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el presidente del Parlamento catalán, el independentista Roger Torrent, rehusaron dar la bienvenido al rey de España en la recepción oficial organizada en la noche del domingo.
Ambos le reprochan no haber mencionado directamente a los heridos de las cargas policiales ocurridas durante el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre en Cataluña, que los independentistas realizaron pese a la prohibición de la justicia.
Algunos independentistas también esperaron a los participantes del congreso en el aeropuerto con afiches que decían en inglés «Vergüenza de Europa», en referencia al firme apoyo de la UE al gobierno español de Mariano Rajoy frente a la intentona secesionista.