Los niveles de desnutrición que exhibe el país no tienen precedente, expresó Susana Rafalli, especialista humanitaria en emergencias alimentarias a propósito de la conferencia Desnutrición infantil en Venezuela y Lara, efectuado en la UCLA.
La representante de Cáritas Venezuela añadió que el origen y solución de esta crisis alimentaria inédita está en manos del Estado venezolano.
“No había tenido Venezuela en su historia niveles de desnutrición aguda (colectivo y público) como los que padecemos”.
Apunta que si no se corrigen de inmediato las causas de la crisis alimentaria y de la crisis de salud van a morir muchos niños; los que sobrevivan quedarán con un rezago de por vida.
Resaltó que cuando en una población más del 10 % de los niños presentan desnutrición aguda, moderada o severa, se habla de crisis de salud pública, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuando las estadísticas superan el 15 % se considera una emergencia alimentaria.
En Vargas, uno de los estados más pequeños, 15 % de los niños sufre algún tipo de desnutrición, se trata de 1.500 o 2.000 infantes aproximadamente.
“Se habla de crisis humanitaria porque es un daño que está causando pérdida de vidas y niveles de sufrimiento extremo, al tiempo que no hay capacidad de repuesta y es incontenido”.
Cáritas Venezuela reporta que esta situación se ha duplicado en un año, sumado a la presión demográfica, económica y sanitaria que venezolanos causan en países vecinos.
“Esto es una emergencia alimentara con características humanitarias y de no contenerse las consecuencias pueden ser muy nocivas”.
Estadísticas
Rafalli explicó que dada la opacidad, Cáritas Venezuela emprendió hace un año un sistema de monitoreo centinela acerca de la desnutrición aguda con el propósito de identificar a aquellos niños con alto riesgo de fallecer. Hoy en día abarcan las 44 parroquias más pobres del país.
Las cifras a continuación son representativas de población muy pobre: en promedio, 16.8% de los niños sufren desnutrición grave. En barrios de Maracaibo la cifra asciende a 24 % y en Bolívar 18 %.
“En Lara, en estratos pobres, las cifras son más altas de las que pensábamos, de los niños que evaluamos, al menos 70 % tienen algún tipo de déficit nutricional. En desnutrición grave se encuentran 14 % de los niños, lo que amerita una respuesta muy rápida”.
La especialista denunció que si bien las autoridades recaudan información en dispensarios y hospitales, no publican información desde hace diez años.
“Hay un silencio epidemiológico sobre lo que pasa en torno a nutrición por lo que se está vulnerando el derecho a la protección de manera importante. En inadmisible que el Estado ante las contingencias externas que alude (guerra económica, bloqueo internacional), no disponga de mecanismos de protección social suficientes para salvar a los niños de esta crisis”.
Subrayó que la escasez, empobrecimiento y desabastecimiento, es un resultado acumulado que no es atribuible a ningún factor externo sino a leyes regresivas que contrajeron la producción nacional a mínimos históricos.
“El sistema alimentario nacional está en capacidad de abastecer solo el 18% de lo que nos comemos. Hay una reducción del 73% de las importaciones alimentarias desde el año 2014. No hay suficiente comida para todos. 82% de las personas que se quedan privadas de la alimentación en América Latina son venezolanos”.
Alarmante
Por otra parte, la asesora de Cáritas Venezuela advierte que si avanza la difteria y el sarampión presenciaremos el espiral de mortalidad infantil más agresivo en la historia de Venezuela.
Agregó además que hay 75 % de aumento en la mortalidad materna aunado al éxodo de venezolanos. Muchos niños se están quedando con sus abuelos o hermanos mayores.
“Las madres se mueren o se van en busca de mejor calidad de vida para su familia”.
Al mismo tiempo, un hogar puede presentar deficiencia de servicios públicos (agua, luz, gas) y déficit de efectivo.
“Se trata de una erosión en racimo de todas las funciones que hacen posible la alimentación”.