Para quienes viven la música en Barquisimeto, la Capital Musical de Venezuela, por excelencia, hoy suben el volumen de cada nota musical interpretada por quien con su talento artístico se ganó el reconocimiento del tenor favorito de Venezuela: Alfredo Sadel.
Los compases líricos en el estado Lara entonan en voces locales las canciones de este talento nacional que nació en Caracas el 22 de febrero de 1930, hace 88 años, bautizado con el nombre Manuel Alfredo Sánchez Luna, pero decide modificar su nombre tomando la primera sílaba de su apellido «Sa» y le añadió la desinencia «del», en memoria a Carlos Gardel, artista al que admiraba.
Dotado de fuertes aptitudes histriónicas tuvo capacidad para componer e interpretar sus propias creaciones que todavía tienen vigencia y se escuchan en hogares conservadores de este estado, por su amplio contenido romántico y social, cuya preferencia lo llevaron a grabar más de 2 mil canciones, entre estas Alma Llanera, siendo ídolo de varias generaciones.
Con el Ave María impresionó a los asistentes en la Catedral de Caracas, haciendo sentir sus cualidades artísticas en la que fue su primera presentación. Para mejorar su naturaleza de cantante recibió formación en la Escuela Superior de Música de Caracas, y continuó a lo largo de su vida en Ciudad de México, Nueva York, Buenos Aires, Barcelona, Salzburgo y Milán e incluían solfeo, piano y armonía.
Un dato importante en la vida de Sadel ha sido el que sus seguidores no le hayan perdonado el de la música popular para dedicarse a la ópera, pese a ser uno de los cantantes más brillante de la historia contemporánea de este país.
Su primera presentación fue en la donde cantó el «Ave María» e impresionó satisfactoriamente al público.
En su honor, fue construida en Caracas la Plaza Alfredo Sadel, convertida hoy en espacio de protestas ciudadanas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Finalmente, Alfredo Sadel falleció en Caracas el 28 de junio de 1989, a los 59 años.