“Debemos hacer más para proteger a nuestros niños”, dijo Trump, y agregó que su gobierno estaba trabajando duro para atender las secuelas del ataque en una escuela secundaria de Parkland, Florida, en el que murieron 17 personas baleadas hace una semana.
El presidente tiene planeado reunirse el miércoles en la tarde con familiares, estudiantes y maestros en la residencia presidencial, entre los que habrá personas que han sido afectadas por los tiroteos en Parkland, Florida; Columbine, Colorado, y Newtown, Connecticut.
En un tuit el martes por la noche, Trump dijo que quería fortalecer el sistema de revisión de antecedentes, pero no ofreció detalles. “¡Ya seamos demócratas o republicanos, ahora debemos enfocarnos en fortalecer la Revisión de Antecedentes!”.
Después de que otras masacres no lograron impulsar acciones en cuanto a un control de armas más estricto, la Casa Blanca trata de demostrar que se toma en serio el problema. El presidente, un partidario del derecho a la tenencia de armas, no ha respaldado otros cambios significativos propuestos por activistas en pro del control de armas.
Sin embargo, la Casa Blanca consideró el martes que el presidente Trump estaba dispuesto a escuchar propuestas y que su opinión fue trastocada por el tiroteo en la escuela de Florida.
Cuando se le preguntó en una conferencia de prensa el martes si Trump estaba dispuesto a reinstalar una prohibición a las armas de asalto, la portavoz Sarah Huckabee Sanders respondió que los funcionarios de la Casa Blanca “no habían cerrado ninguna puerta”. También indicó que la idea de aumentar el límite de edad para comprar un fusil AR-15 estaba “sobre la mesa para que la discutamos”.
El senador Chris Murphy, un fuerte partidario del control de armas, dijo que la directriz de Trump dejaba entrever que el presidente estaba al tanto de una nueva dinámica sobre el tema y la calificó como una señal de que “por primera vez” los políticos están “temerosos de las consecuencias políticas de la inacción” en este tema.
La acción del presidente fue “un paso pequeño pero vital en la historia de nuestro movimiento” contra la violencia con armas de fuego, agregó Murphy.
Trump dijo que quería prohibir un dispositivo que fue utilizado en la masacre de octubre de 2017 en Las Vegas, en la que 58 personas murieron baleadas. Un intento legislativo de prohibir el dispositivo fracasó el año pasado.