El Real Madrid, que a mediados de diciembre jugó y ganó el Mundial de Clubes, se pone el día en su agenda liguera con la oportunidad el miércoles de volver a meterse entre los tres primeros del campeonato frente al Leganés.
Este partido aplazado de la 16ª jornada del campeonato español llega en buen momento para el equipo de Zidane (4º, 45 puntos), al que le bastará un empate para recuperar la tercera plaza en perjuicio del Valencia (46 puntos).
Una victoria también pondría al Real Madrid a siete puntos del Atlético de Madrid (2º, 55 puntos) y a 14 del líder, el Barcelona (62 puntos).
Pero, más allá de los cálculos, también se trata de una cuestión de orgullo: el Leganés es el modesto club de la periferia madrileña que humilló al Real Madrid en la Copa del Rey eliminándolo en los cuartos de final tras vencerle en el estadio Santiago Bernabéu 2-1.
En resumen, es la ocasión ideal para borrar la afrenta del pasado mes, cuando el equipo merengue parecía atravesar su peor momento. El Real Madrid va, de hecho, mucho mejor tras su victoria 3-1 en octavos de final de la Liga de Campeones la pasada semana frente al París SG.
«Todo, a partir de ahora, es importante para nosotros, para prepararnos para la Liga de Campeones, pero la Liga es muy importante para acabar lo más alto posible», subrayó este martes Zidane en rueda de prensa.
«Es lo que queremos, tener continuidad, lo estamos haciendo mucho mejor», añadió.
Demasiados goles encajados
El propio «Zizou» parece más tranquilo: tras referirse el viernes al «desgaste» del puesto, el técnico, con contrato hasta 2020, ha frenado en seco los posibles rumores sobre una eventual salida este veranos asegurando que quiere seguir en el banquillo blanco el mayor tiempo posible.
Hay que reconocer que sus jugadores vuelven también a mostrar su mejor cara, como su goleador Cristiano Ronaldo (10 tantos en seis partidos), o el joven Marco Asensio, que ha recuperado la forma.
En cambio, Zidane tiene algunas preocupaciones en el centro del campo y la defensa, especialmente con vistas a la vuelta de octavos de la Liga de Campeones en París el 6 de marzo, y es que la enfermería se le llena de habituales titulares.
Después de Toni Kroos (rodilla) y Marcelo (muslo), le ha tocado al centrocampista Luka Modric, que sufre un problema en el muslo y no se entrenó este martes.
A la espera de lo que ocurra en quince días, el partido del miércoles se perfila como la ocasión para algunos sustitutos habituales (Theo Hernández, Mateo Kovacic…) de lograr un billete para París.
Por último, queda también el objetivo de dejar de conceder goles, después que en 12 partidos en 2018 el equipo blanco haya encajado 17 tantos y haya encadenado siete partidos oficiales consecutivos concediendo al menos uno.