El precio de la canasta de referencia del crudo de la OPEP –que comprende el promedio de los precios de 14 tipos de petróleo producidos por los países pertenecientes a la organización– alcanzó el jueves 01 de febrero una cotización de 66.83 dólares/barril, luego de un repunte sostenido, que ha permitido un incremento del 27 % en los últimos doce meses. Por su parte, el crudo marcador Brent logró el pasado 21 de enero la valoración más alta en los últimos tres años: 71,19 dólares/barril.
Una onda de optimismo pareció difundirse, reforzando la tesis del esperado re-equilibrio del mercado para finales de 2018. La estrategia impulsada desde la OPEP y sus socios fuera de la organización, de retirar del mercado hasta 1,8 millones de b/d, pareciera estar dando sus frutos. El Banco de Inversión Goldman Sachs, vaticinó a comienzos de enero, que si este re-equilibrio se concretaba, se pudiera estar viendo precios de hasta 82 dólares/barril para el Brent en los próximos 6 meses. JPMorgan, ha realizado pronósticos que ubica el precio del Brent alrededor de 78 dólares para abril-mayo. Las estimaciones del FMI de un crecimiento del PIB mundial de hasta un 3,9% en 2018, refuerza el entusiasmo
compartido, ya que significa la recuperación más alta para la economía global, desde 2010.
•Informe de la OPEP
En su informe del mes de enero, (OPEC Monthly Oil Market Report. January 2018) la OPEP destaca el crecimiento de la demanda de crudo (1,64% en 2017). Prevé que de mantenerse estable, la producción global se estabilizaría en 98,51 millones de b/d en el año 2018.
La cuota OPEP en diciembre pasado aumentó 42.000 barriles más que en noviembre, ubicando la producción en 32,42 millones de b/d. Los redactores del informe, estiman que la media de producción para el año 2018 se ubicaría en 33,1 millones de b/d; a pesar, de la debacle producida en la producción de Venezuela –disminuyó un 17% en 2017, la caída más alta en tres décadas– y de los problemas de suministro en Libia.
En el informe se analiza la expansión de la producción en países no pertenecientes a la organización. Resaltan los casos de Rusia, Estados Unidos y Canadá. En el caso de EEUU se responsabiliza a la producción de esquisto por los altos volúmenes alcanzados. Brasil y México desarrollan estrategias dirigidas a la captación de inversiones que, eventualmente, reforzarían la producción de estos países.
El informe es optimista respecto a la recuperación económica global, los analistas estiman la misma en 3,7% para 2018, y destacan la estabilidad del mercado petrolero como factor determinante de esa recuperación. Sobresale en sus predicciones, el crecimiento de las economías de China e India, con un 6,5% y un 7,2% respectivamente.
•LA IEA y la producción norteamericana
Más cautelosa respecto de los pronósticos para 2018, resultó la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés). Esta organización, condiciona los precios del crudo al crecimiento de la producción en los Estados Unidos. Este país, logró por primera vez, desde noviembre 1970, una producción que supera los 10 millones de b/d –10.038 millones b/d promedio para Noviembre 2017, según la IEA– Cifra trascendental, que no solo permite al gigante norteamericano rivalizar directamente con Rusia y Arabia Saudí por la supremacía en la producción mundial; además pone de manifiesto la capacidad de adaptación de las empresas locales a la volatilidad de los precios en los mercados internacionales, asegurando un avance importante en la búsqueda de su independencia energética.
Buena parte de ese volumen es logrado, gracias a las tecnologías sustentadas en la fracturación hidráulica (fracking), que han permitido la extracción del llamado “crudo de esquisto”. Adicionalmente, refuerza la política de expansión productora puesta en práctica por la administración Trump, que ha manifestado incluso, la intención de explotar petróleo y gas costa afuera –offshore– en los litorales estadounidenses. En su informe del mes de enero, la AIE pronostica un “crecimiento explosivo” de la producción norteamericana para 2018 como reacción al aumento de los precios.
Esto significa un reequilibrio de fuerzas en el mercado petrolero internacional, que compromete la estrategia de la OPEP y sus socios, ya que de mantenerse la tendencia, contrarrestaría el recorte instrumentado por la OPEP, para finales de 2018. (IEA Oil Market Report, 19 January 2018).
Al respecto, Goldman Sach, prevé que el precio del petróleo vuelva a caer si los productores de esquisto extraen mayores cantidades, para aprovechar los precios más altos ante la reducción de los inventarios globales.
•Conclusiones
El petróleo, como apuntaba Pierre Fontaine, no deja de ser “un producto de escándalos diversos”, su permanente protagonismo en esta economía global, ávida de energía lo mantienen en el “top” de las noticias y comentarios. Los sondeos de Reuters indican que las cotizaciones en 2018 probablemente no podrán subir más allá de 70 dólares por barril. En encuesta realizada a 34 economistas y analistas internacionales, se estima que el crudo Brent, a pesar de sus alzas mensuales, promediará 62,37 dólares/barril en 2018. (Reuters: 31 enero 2018)
Todavía quedan pendientes las “políticas” de la FED respecto al dólar y el factor “geopolítico”, permanentes determinantes de la volatilidad del mercado: La situación venezolana, la incógnita que rodea el acuerdo nuclear iraní, los vaivenes de la política exterior de la administración Trump, la inestabilidad en la península coreana –entre otros– serán factores a tomar en consideración, para ajustar las expectativas y pronósticos del 2018.