La mayoría de los industriales del estado Lara están funcionando, y por ende produciendo, por debajo de la mitad de su capacidad operativa instalada, según alertó el presidente de la Cámara de Industriales del estado Lara, Giorgi Reni.
“Estamos comenzando febrero con mucha preocupación, con un alza inflacionaria que nos afecta a todos en la escasez y los altos costos”, dijo en entrevista a EL IMPULSO.
Reveló que un 55.1 % de la industria larense trabaja entre el 0 y 40 % de su capacidad; mientras que un 7 % tiene la producción paralizada, principalmente por falta de materia prima.
El panorama del sector es desalentador, a juicio de Reni y el 57.1 de los industriales, quienes creen que sus ventas caerán en relación al 2017. El 28.6 % espera que sean similares a las del año pasado.
Recordó que la correspondencia de balance entre costos, precios y salarios está completamente desfasada.
“Tenemos unos costos sumamente altos en materia prima y nuestro ingreso viene dado por el precio de los productos que vendemos, menos los costos de la materia prima que requerimos. La rentabilidad es mínima y los salarios, por más aumento salarial que decrete el Gobierno, no pueden ser cubiertos con la misma intensidad a la que va la inflación.
Queremos dar un mejor salario a nuestros empleados pero no podemos porque la inflación nos trae a todos arropados. Esto es como un alud que viene y que está creciendo cada vez más. Cuando nos tengamos el alud encima ya no vamos a tener forma de reaccionar”, manifestó.
Aseguró que todos los productores industriales están sufriendo renuncias por “situación país”. Más de la mitad de las compañías industriales de la región ha perdido entre 0 y el 20 % de su nómina por lo mismo.
A su vez, afirmó que en las calles ya se está viendo el impacto de los aumentos de precios de manera diaria, que hasta hace nada se percibían mensualmente y que en un futuro cercano podrán producirse en solo horas.
“Por ejemplo, me dicen que, en Perú, cuando la gente cobraba su salario tenía que ir corriendo a comprar al supermercado porque a mediodía, cuando cerraban el mercado, colocaban a los empleados a cambiar los precios de los anaqueles. Hoy en día solo necesitas poner un porcentaje de aumento en la computadora y es instantáneo el cambio.
La tecnología hará que la rapidez de la hiperinflación sea más avasallante”, contó.
A su vez, Reni se mostró escéptico por la reactivación del Dicom e instó al Gobierno nacional a dar un giro de 180 grados en materia de políticas económicas.
“Para que una economía funcione debe existir credibilidad y confianza en el Gobierno o en quienes ejercen las actividades económicas y lamentablemente ahorita la gente no confía en las medidas del Gobierno porque creen que son coyunturales”, sentenció.