Si continúan las políticas ineficientes en materia de servicio eléctrico, las cuales producen fallas y racionamiento, Venezuela podría sufrir el mismo destino de Corea del Norte y quedar “a oscuras”, así como un impacto negativo en actividades económicas que dependen de este, como el caso de las empresas básicas de Guayana.
La reflexión corresponde a la economista Karelys Abarca, investigadora del Observatorio de Gasto Público (OGP) del Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad), quien recordó que la organización ha seguido de cerca la situación del sector eléctrico a través de la investigación del ingeniero Víctor Poleo sobre el tema.
-Buena parte de la situación que ha llevado a Venezuela a la oscuridad es el control de tarifas, que de acuerdo con el estudio del ingeniero Poleo no cubre ni el 20% de los costos de generar el servicio-, sostuvo Abarca, quien recordó otras causas como la desprofesionalización y militarización del sistema eléctrico nacional.
La economista recordó que desde la semana pasada, en siete estados del país (Carabobo, Aragua, Barinas, Apure, Yaracuy, Guárico y Cojedes) han ocurrido apagones sin que Corpoelec dé justificaciones al respecto. Y estas últimas semanas la falta de luz en varios sectores de la ciudad capital se ha ido agravando.
Abarca destacó que la causa primigenia de tal situación no es otra sino el socialismo puro.
“Cuando el intervencionismo del Estado en la economía y en la sociedad llega al extremo, concentrando todo el poder económico y político en una élite que no resuelve los problemas de los ciudadanos, sucede lo que pasa en Corea del Norte: la gente se queda sin luz”, precisó.