La tenista venezolana Andrea Gámiz inició con buen pie el torneo ITF de Hammamet al dar cátedra de buen juego y despachar a la francesa Louise Lampla en dos categóricos sets.
Fue tan determinante su accionar que no le dejó respiro a la gala (una de las más veteranas en la justa) al quebrarle el servicio en trio de oportunidades para llevarse la victoria 6-1.
La raqueta nacional no bajó el ritmo y a punta de su mortífero revés pudo complicar a la europea, quien no tenía capacidad de reacción, nuevamente le rompió el saque en trio de oportunidades y se apuntó el segundo tramo 6-0.
El juego de la criolla fue solvente en todo momento al demostrar categoría, velocidad y potencia. Sumó tres aces y en ningún momento se vio incómoda ante su oponente.
Gámiz (primera sembrada de la contienda profesional adulta), enfrentará en los octavos de final a la italiana Jessica Bertoldo, quien en primera ronda venció a la camerunesa Adele Biba en par de tramos (6-0, 6-4).
En esta modalidad solo queda activa la criolla entre las suramericanas que se dieron cita a la justa. Otra de las favoritas es la holandesa Cindy Burger (segunda sembrada), quien doblegó a la polaca Weronika Forys en dos parciales (6-3, 6-3).
La justa se juega en superficie de arcilla y la ganadora suma 100 puntos en el ranking de la WTA. En estos momentos Gámiz ocupa el puesto 249 tras su increíble repunte en la campaña pasada. Es su primera competencia oficial del 2018, tras un receso competitivo en el que trabajó la parte técnica.
Favorita en dobles
Gámiz y la argentina Guadalupe Pérez (ambas primeras sembradas en este renglón) pasaron la primera ronda por la vía del bye y jugarán los cuartos de final contra la llave ganadora entre las alemanas Natalia Siedliska, Nora Niedmers y las austríacas Elena Griessner, Mavie Osterreicher.
La campaña pasada fue mágica para la criolla quien a punta de buen juego pudo conquistar diez títulos de la categoría ITF (siete en dobles y tres en sencillos).
Su meta a corto plazo es empezar a jugar los torneos challenger y máster.
