El departamento del Tesoro de Estados Unidos publicó este martes una lista de funcionarios y empresarios rusos considerados cercanos al presidente Vladimir Putin y susceptibles de ser sancionados por supuesta injerencia en las presidenciales estadounidenses.
La lista de 210 nombres, de los cuales 114 funcionarios y 96 empresarios, incluye al primer ministro Dimitri Medvedev y al titular de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov.
Esta lista de siete páginas, que no desencadena sanciones inmediatas, también incluye a jerarcas de los servicios de inteligencia y a dirigentes de empresas públicas como la gigante petrolera Rosneft y el banco Sberbank.
Su publicación deteriorará aún más las tensas relaciones entre Estados Unidos y Rusia y podría tener consecuencias financieras para los círculos más cercanos a Putin.
«Tenemos que analizar esta publicación, analizar específicamente esta lista que incluye a miembros del máximo liderazgo de Rusia, lo cual no tiene precedentes», dijo el martes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
«No es la primera vez que sufrimos manifestaciones de agresividad, por ello no hay que ceder a las emociones, primero debemos comprender y luego expresar nuestra posición», añadió, durante un encuentro con la prensa.
Unir más a Rusia
Aunque subrayó que el listado «no es en ningún caso una sanción o una restricción», Peskov lamentó que pueda «potencialmente deteriorar la imagen y reputación de nuestras empresas, nuestros empresarios, funcionarios políticos y dirigentes».
«Se puede notar que de facto todos se llaman ‘enemigos de Estados Unidos'», afirmó.
Varias figuras en Rusia reaccionaron a la publicación. El presidente de la Douma, la cámara baja del Parlamento, Viatcheslav Volodine, estimó en un comunicado que «nuevas sanciones contra Rusia conducirán a una cohesión más fuerte de nuestra sociedad».
«La inclusión en esta lista de sanciones virtuales de toda la élite gobernante de nuestro país significa que nuestras relaciones (con Washington) están realmente rompiéndose», dijo de su lado Vladimir Djabarov, vicepresidente del Comité de Relaciones Exteriores del Consejo de la Federación, citado por la agencia RIA Novosti.
Nueva incidencia
El Tesoro estadounidense tenía de plazo hasta la medianoche del lunes para publicar la lista, como estipula una ley adoptada el año pasado por el Congreso de Estados Unidos.
Esa ley, que apunta a castigar a Rusia por la injerencia en las elecciones estadounidenses, la anexión de Crimea y su política en Ucrania, fue adoptada por una amplia mayoría del Congreso y promulgada el 2 de agosto de 2017 por el presidente Donald Trump, que criticó varias de sus disposiciones más importantes.
Opositores a Trump acusan al presidente de haberse beneficiado del apoyo de Moscú en las elecciones presidenciales de 2016 y de ser reticente a sancionar a Rusia.
El lunes, el departamento de Estado estadounidense consideró que esta ley llevó a que gobiernos extranjeros renunciaran a contratos de armamento con empresas rusas y que, por lo tanto, era inútil imponer nuevas sanciones en el ámbito de ventas de armas.
Por su parte, el director de la CIA, Mike Pompeo, dijo en una entrevista difundida por la BBC que las interferencias rusas en Estados Unidos no cesaron y que Moscú intentará incidir en los resultados de las elecciones legislativas del próximo noviembre.
«No vi una disminución importante de sus actividades», explicó Pompeo refiriéndose a la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016. «Preveo que continúen» en esa vía, pero aspiró a que su país rechazará de modo «eficaz» esas incidencias.