Este 23 de Enero se conmemoran 60 años de esa heroica gesta cumplida por el pueblo venezolano, que dio al traste con una oprobiosa dictadura militar, encabezad por el “sátrapa” Marcos Pérez Jiménez y su banda de secuaces.
Este hecho terminaba de alguna manera, con una larga cadena de gobiernos presididos por dictadores militares, los cuales arribaban al poder por la vía de la fuerza de las armas, instaurando regímenes que sumían al país, en el atraso, la opresión y la pérdida de todas las libertades inherentes al ser humano.
Todos los venezolanos saludamos entonces, el advenimiento de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la elaboración de una Constitucional Nacional por parte de un Congreso bicameral y soberano, y al frente de la primera magistratura, elegidos honorables compatriotas provenientes del mundo civil, lográndose además, la alternabilidad “ideológica-doctrinaria” del poder.
Transcurrieron alrededor de 40 años de democracia representativa, con sus defectos y aciertos, errores y rectificaciones, crecimiento y recesión, la división de los poderes en pleno ejercicio, un proceso descentralizador acorde con los nuevos tiempos, una clase media en próspero desarrollo y algo muy importante, unas Fuerzas Armadas “obedientes y no deliberantes” y subordinadas al poder civil, tal como lo establecía la Carta Magna.
No obstante, este cúmulo de avances y logros obtenidos en el proceso democrático, siempre se mostraron perfectibles a corregir sus errores y desviaciones, pero lamentablemente, la canalla traidora fue horadando la estabilidad del sistema y abriendo las puertas a otras opciones con concepciones obsoletas, dañinas, antidemocráticas, y las cuales ya habían sido combatidas y vencidas por allá por los años 60, cuando algunos “inadaptados” intentaron, de manera infructuosa, introducir el “castro-comunismo” en Venezuela.
Esperamos en este nuevo aniversario del 23 de Enero, invocar este espíritu libertario del pueblo venezolano, para por la vía democrática, pacífica y constitucional, poder encontrar los caminos y derroteros, que nos devuelvan los espacios arrebatados, por este socialismo trasnochado y desfasado de la realidad actual, de la sociedad y del mundo. Valor y Pa´lante.