La Unión Europea condenó el viernes la decisión de Venezuela de expulsar al embajador español del país en respuesta a las sanciones aplicadas por el bloque a siete altos funcionarios venezolanos. En tanto, el gobierno español anunció la expulsión del embajador venezolano en una medida de reciprocidad.
La portavoz de la Comisión Europea, Catherine Ray, dijo que la UE expresa su «plena solidaridad con España y exhortamos a que (se revierta) la decisión, porque es contraria a la necesidad de mantener abiertos los canales diplomáticos».
Dijo que la decisión de imponer prohibiciones de viajes y congelamiento de bienes de los siete, acusados de abusos a los derechos humanos o violación del estado de derecho, fue aprobada unánimemente por los 28 países del bloque.
En respuesta, el presidente venezolano Nicolás Maduro requirió al embajador del país sudamericano en España, Mario Isea, que regresara a Caracas para consultas.
El vocero del gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, dijo a la prensa el viernes que la expulsión de Isea era una estricta aplicación de la norma de reciprocidad.
El canciller venezolano Jorge Arreaza tuiteó: «no aceptaremos agresiones de gobiernos subordinados al imperialismo estadounidense».