Con múltiples deficiencias de servicios públicos, problemas en la vialidad, involución y ningún desarrollo económico, celebrará Cabudare los 200 años de su tercer y último poblamiento.
Estos últimos 20 años, la basura, déficit de agua, servicio de transporte e inseguridad, se han convertido en los principales males de la localidad.
El concejal Daniel Orellana expone que Cabudare, desde su fundación, ha sido visto como el patio trasero de Barquisimeto, lo que le ha impedido que sus habitantes desarrollen un verdadero sentido de pertenencia.
Si sus mismos habitantes no desarrollan ese sentido de pertenencia, los gobernantes tienden a presentar el mismo problema, dijo.
Añade que cada alcalde encargado del municipio se presenta con una cantidad de ideas que al final no se concretan.
Recordó que la alcaldesa Aura de Rivero propuso un econotren o tren ecológico que iría desde el Estadio Metropolitano hasta Valle Hondo. Eso quedó en el imaginario de los palavecinenses.
“El tema de ser un municipio ecológico porque está rodeado de parques nacionales no ha sido un motivo para que Palavecino se desarrolle como un centro turístico pujante”.
Palavecino es la entrada de los llanos, es decir, pudiera desarrollarse como un centro de convergencia para quienes vienen del centro y necesiten ir hacia los andes o los llanos venezolanos. Asimismo, esto se traduciría en un auge del transporte de materia prima.
Lamentablemente, la entidad no ha corrido con buena suerte, puntualiza el edil.
Responsabiliza de la involución del municipio a los gobernantes y su poca visión para llevar las riendas.
Reitera Orellana que el problema de la basura es grave, así como los problemas de la vialidad, particularmente asociados al servicio de agua potable.
“60 % de los daños en la vialidad se deben a las carencias de agua potable. Un sistema desgastado. Aquí abres una válvula para que un sector tenga agua y otro no y viceversa. El flujo de agua no es suficiente para servirle a todos los palavecinenses”.
El problema del agua también impacta el desarrollo económico, que se hace cuesta arriba porque ninguna empresa puede funcionar sin el vital líquido.
Tampoco es posible un desarrollo desde el punto de vista recreativo, parques, plazas, jardines, ecoparques, entre otros.
Orellana estimó el déficit de agua entre 400 y 500 litros por segundo.
“Todas las carencias se traducen en un decrecimiento de la calidad de vida de los habitantes. Es la misma agua para más habitantes, el mismo servicio de aseo, los mismos kilovatios/horas, el mismo transporte público”.
Según el Instituto Nacional de Estadística, Palavecino supera los 300 mil habitantes.
Respecto a la inseguridad que agobia a los palavecinenses mencionó que en una asamblea de ciudadanos los vecinos de El Recreo denunciaron ser víctimas de secuestros y hurtos, además que se cometió un homicidio en el sector. Se supo que una casa ha sido robada en seis oportunidades.
Por otra parte, expuso que en Cabudare no existe ni siquiera una concha acústica para los conciertos, mucho menos cine o teatro.
“Vamos a celebrar los 200 años del municipio y el sistema de orquestas tendrá que ofrecer su recital en la calle porque no tenemos un espacio idóneo. Esa falta de identidad también hace mucho daño. Celebraremos este aniversario en la desidia”.
El concejal desconoce cuántos empresarios estén dispuestos a instalarse en una zona industrial inconclusa.
Adelantó que como regalo de aniversario se piensa colocar la primera piedra de un ecoparque frente al desmantelado parque Negrura.
“Lo lógico era recuperar el Negrura”, sostiene.
Agrego que en Agua Viva, parroquia que supera los 10 mil habitantes, no tiene liceo público.
Obligatoriamente los niños deben trasladarse a la parroquia Cabudare o estudiar en colegios privados.