Forcejeó con los delincuentes por su vehículo y le quitan la vida

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Félix Ramón Rivero Hernández, tenía una rutina diaria y sus verdugos lo divisaron. Para ellos era una presa fácil, lo observaban algo descuidado y venía solo.

A plena luz del día, la calle estaba sola y precisamente a las 6 de la mañana es su hora para actuar con impunidad.

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Los delincuentes se percataron que Rivero Hernández de 57 años, transitaba por la carrera 25 con calle 36. Se detuvo y compró el periódico, luego habló con el piñero, mientras lo estaban “pillando”, en el momento que estacionó su Hyundai Accent en un portón azul, donde funciona una tapicería.

e bajó para tocar, pero a su paso salieron dos jóvenes, no le dieron tiempo de nada. Venían caminando, se trataban de unos muchachos de contextura delgada, con estaturas entre 1,75 y 1, 70 centímetros, ambos con blue jeans y uno cargaba una franela azul. Le pidieron las llaves del vehículo, pero Rivero Hernández no las soltó y se negó a entregarlas.

Los maleantes trataron de quitárselas, pero este siguió peleando con ellos hasta que uno le disparó en la pierna izquierda, el proyectil le salió en la planta del pie, y posterior a ello se escuchó una segunda detonación la cual recibió por un costado, saliendo en la espalda.

Allí los sujetos quien en medio del forcejeo le habían quitado la gorra y roto la camisa al señor, salieron corriendo cuando vieron que este se desvanecía en el piso. Los mismos corrieron hacia la calle 35 y cruzaron por la carrera 24, perdiéndose ante la mirada de algunos vecinos.

Los dueños de la tapicería al escuchar las detonaciones salieron, jamás se imaginaron los esposos que allí reciben, que encontrarían a su amigo tirado entre la calle y la acera.

“Estaba con los ojos abiertos y la boca también, yo creo que Félix estaba muerto, pero nosotros no lo dejamos allí, lo auxiliamos y llevamos hasta el Hospital”, indicó su amigo, quien teme dar su nombre.

Efectivamente Rivero Hernández fue ingresado a la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda a las 6:30 de la mañana, llegó con vida, pero en muy malas condiciones. Los doctores que lo recibieron, les dio tiempo de entubarlo, le hicieron un electrocardiograma y a los 5 minutos falleció, relató una de sus hermanas entre lágrimas.

Los amigos del fallecido comentan que todos los días, el señor Félix llegaba a la casa a las 6 de la mañana, solía desayunar una arepita y un café, y en ocasiones que andaba sin vehículo agarraba el ruta y se iba a casa que su hermana, pero la mayoría de veces cargaba el carro y él tocaba la corneta,Los esposos le abrían o se bajaba y tocaba el portón, que presumen que eso era lo que iba a hacer, pero los delincuentes no le dieron oportunidad.

Rivero Hernández, ya a las 7 de la mañana estaba arrancando para su trabajo ubicado por la calle 24, se trata de un taller mecánico, que era propiedad de su sobrino, pero tenía al menos 20 años haciéndose cargo de la gerencia del negocio. La víctima fatal, era electricista de profesión.

Buena persona

Su hermana indicó que era padre de un joven de 18 años, que estaba próximo a comenzar su carrera universitaria y era el sexto de once hermanos. Aseguró que la familia es muy grande y jamás habían atravesado por una situación tan dolorosa como esta.

“Exijo justicia, pero quiero que el mundo cambie. Que los seres humanos cambien, nos estamos matando unos a otro sin necesidad, por nada. Dios cuando será que los seres humanos tomará conciencia”, indicaba la hermana del fallecido mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas.

La señora quien llevaba lentes oscuros para ocultar sus ojos rojos e hinchados, estaba en las afueras de la morgue del Hospital Central, lamentó que a su hermano le arrebataran la vida por resistirse al robo.

La mujer describió al hombre como una persona amorosa, dedicado a la familia y muy buen padre. “Esto no es justo”, culminó la dama.

Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc Lara, se trasladaron al sitio para hacer las respectivas inspecciones del caso, así mismo hacer una revisión por la zona. En el sitio se observó una concha de un proyectil, por lo que se presume que los maleantes usaron una pistola para cometer el crimen. Por la forma como se dieron las cosas manejan la resistencia al robo como móvil del caso.

Inseguridad aumenta

Los residentes de la zona indicaron que los robos a transeúntes y de vehículos han aumentado por la zona, antes eran esporádicos y ahora son constantes. En horas de la mañana y luego de mediodía y a las 6 de la tarde, son las predilectas para los delincuentes, sumado a que por la zona no existe patrullaje alguno.

Aseguran que desde que se proliferaron los vendedores de maíz, sin control en la avenida Venezuela, frente al Mercado Terepaima, la delincuencia aumentó, pues muchos hampones se esconden entre estos comerciantes. Los residentes de las zonas afectadas piden a las autoridades que estén atentos con las personas que allí acuden o se haga una revisión en el lugar.

 

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